TAMAULIPAS.- Después de más de 350 maestros fallecidos por COVID-19 en lo que va de la pandemia en Tamaulipas, y a casi dos meses de haber iniciado el retorno a clases presenciales, una parte del magisterio continúa con el temor a contagiarse gravemente de C-19, pero también, de que sus alumnos puedan sufrir la enfermedad de manera irremediable.
El 30 de agosto del 2021, autoridades federales y estatales de Educación, aprobaron que se diera inicio al ciclo escolar 2021-2022 al interior de las aulas y con presencia de estudiantes; desde antes del arranque y hasta hoy día, los docentes piden una segunda dosis de reforzamiento del biológico CanSino, el cual, se les aplicó a finales de abril para su seguro regreso a los salones.
Testimonios de docentes entrevistados por EXPRESO, subrayan la batalla que han librado en estos casi 60 primeros días de clases, donde las ganas de enseñar los motiva, pero el peligro frena muchas intenciones para el desarrollo educativo de los infantes, al igual, que los problemas de infraestructura y servicios básicos con que cuentan sus planteles.
Y es que los maestros hablan de haber tenido que desembolsar de su dinero para tener artículos de limpieza o sanitizantes que garanticen la salud de sus alumnos. “Este regreso a clases en medio de esta pandemia ha sido muy complicado ya que las escuelas no estaban preparadas, su infraestructura está deteriorada con el abandono de este periodo, no cuenta con los medios para solventar los gastos del protocolo de seguridad, los padres de familia están renuentes a enviar a los niños a escuelas y los niños prefieren seguir aprendiendo en casa”.
“En nuestro regreso hemos tenido mucho cuidado para evitar contagiarnos y tomamos en cuenta las medidas de seguridad que la secretaria de salud ha indicado; lavado constantemente de manos, usar gel antibacterial, uso de cubre bocas y careta así como tomar sana distancia”, comenta del municipio de Güemez, el profesor Mikhael Alberto Barrera Lomelí, de la escuela Melchor Ocampo.
En su testimonio pidió una segunda jornada de vacunación para el magisterio, eso les hará sentir más protegidos y con más ganas de seguir educando.
“Con la vacuna que se nos puso no nos sentimos protegidos, debemos de estarlo para poder atender con más confianza a los niños; esperamos consideren ponernos 2 dosis de otra mejor vacuna”, dijo.
En Hidalgo, Tamaulipas, la maestra Aide Cervantes Manzano, coincide con su compañero Mikhael, pues asegura haber temor aún, y está vez, porque han presenciado más casos de contagios no sólo entre ellos (maestros), sino entre pequeños de sus comunidades escolares.
“Nos sentimos con un poco de temor al estar escuchando o presenciando casos y más casos ahora en niños”. “Igual entre nosotros y eso que nos aplicaron la vacuna CanSino; estamos agradecidos con esa aplicación porque fuimos de los primeros en ser tomados en cuenta y como quiera es una protección contra el virus, igual a lo mejor no tiene la eficacia que tienen las demás, pero de alguna otra manera, estamos protegidos”.
Al llegar a su escuela, Cervantes Manzano expone que los protocolos de seguridad contra la pandemia, son los mismos ya conocidos, filtros al entrar a la escuela, filtros al entrar a sus aulas, lavarse las manos continuamente, desinfectar superficies, valoración de alumnos desde casa por sus propios padres de familia y demás acciones que se necesitan para evitar contagiarse.
La presencia de alumnos es escalonada “un día van seis alumnos, al día siguiente van otros cinco o seis alumnos, de esa manera nosotros trabajamos en las escuelas y no se ve tanta aglomeración en los salones, ni en toda la escuela y así evitamos que se propague el virus”.
Ahí, en su plantel, también se compran insumos para sanitizar y limpiar, pues aunque se dotan por parte de las autoridades, estos son de uso diario y se acaban, por lo que en conjunto con padres de familia y maestros tienen que estar comprando seguidamente para no caer en desabasto y estar en un posible riesgo.
