Matanza de Tlatelolco: el camino a la masacre del 2 octubre de 1968
El 2 de octubre de 1968, cientos de estudiantes fueron asesinados en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, tras meses de tensiones por represión policial
México se levantó el 3 de octubre de 1968 con sabor agrio en la boca. Un día antes, cientos de estudiantes habían sido asesinados por un gobierno que anunciaba solo 26 de las centenas de muertes totales de una masacre.
Horas antes, el mitin organizado en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco había sido emboscado por elementos del Ejército. Dos helicópteros sobrevolaron la plaza antes de disparar una bengala roja y una verde.
De acuerdo con la UNAM, Oriana Fallaci, de la revista italiana l’Europeo, estaba en la tribuna y exclamó: “En Vietnam, cuando un helicóptero lanza bengalas es que está ubicado el sitio al que hay que bombardear”.
Cronología: La Matanza de Tlatelolco
Julio 1968
México, influenciado fuertemente por los movimientos estudiantiles en Europa, comenzó su propio levantamiento social el 22 de julio de 1968, cuando una contienda entre estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) fue disuelta con violencia por la policía.
Las manifestaciones se desataron y, con ellas, la constante presencia y agresión de los agentes de seguridad para mitigar las protestas. De ahí en adelante, la irrupción de policías en las vocacionales 2 y 5 del IPN y los ataques de granaderos a una manifestación que llegó al Zócalo Capitalino marcarían la pauta del movimiento.
Luis Cueto Ramírez, entonces director de la Policía negó todo y aseguró que “la policía no agrede, salvaguarda el orden”. Hasta ese momento había 76 detenidos, mientras el funcionario no dejaba de acusar a los estudiantes de atentar contra los Juegos Olímpicos que se llevaban a cabo en México ese año.
Para finales de julio, 30 y 31, el Ejército tomó la Escuela Nacional Preparatoria 1, 2,3 y 5 con bazucas y cañones de 101 milímetros, destaca la UNAM en sus archivos.
Agosto 1968
Las tensiones iban y venían entre el gobierno y los estudiantes, quienes tuvieron el apoyo del rector de la universidad, Javier Barros Cierra. Aunque se logró realizar manifestaciones sin conflictos, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz guardaba silencio ante la intención de diálogo y aumentaba la represión a los estudiantes, quienes crearon el Comité Nacional de Huelga.
Septiembre 1968
Para su IV Informe de Gobierno, Díaz Ordaz no tuvo reparo en asegurar que el movimiento estaba enfocado en “estorbar los Juegos Olímpicos”. Y para ese entonces, las universidades que formaban parte del movimiento eran la UNAM, el IPN, la de Chapingo y algunas Normales.
El 13 de septiembre se realizó la icónica «marcha del silencio»donde, según la UNAM, policías y militares no lograron hacer desistir a los alumnos de permanecer callados desde el Museo de Antropología, hasta el Zócalo de la Ciudad de México (CDMX).
Poco duró la tranquilidad, pues el 18 de septiembre, alrededor de las 21:00 horas, soldados del Ejército tomaron Ciudad Universitaria al mando de José Hernández Toledo y Gonzalo Castillo Urrutia. En la ocupa fueron detenidas 43 mujeres y 104 hombres que fueron enviados a la cárcel de Lecumberri, mientras el gobierno manejó otro número de presos.
El 21 de septiembre, fuerzas armadas y estudiantes se enfrentaron en la Plaza de las Tres Culturas durante siete horas. Luego volvieron a enfrentarse en el mismo lugar el 27 de septiembre, en medio de un mitin que tenía 5 mil participantes.
Octubre 1968: la masacre
Octubre inició sin el Ejército mexicano en Ciudad Universitaria, pues las fuerzas armadas desocuparon la Máxima Casa de Estudios el 30 de septiembre. Los universitarios constataron los destrozos y saqueos que hubo antes de prepararse para el siguiente mitin.
¿La cita? 2 de octubre de 1968, a las 17:30 horas, en la Plaza de las Tres Culturas, lugar y fecha que marcaría con sangre la historia de México.
Las bengalas en medio del mitin de Tlatelolco iniciaron el terror. Todos corrían despavoridos, pero estaban acorralados. Los disparos venían de cualquier lado, mientras, entre la multitud, se distinguían personas con un guante blanco: El “Batallón Olimpia”, un equipo que colaboró con los agentes y portaban el distintivo para no ser confundidos con asistentes al mitin
Un estudiante intentó frenar el descontrol: “¡Compañeros no se asusten! ¡Es una provocación!”, gritó. Era tarde, la masacre había comenzado.
Todos corrían, algunos buscaban la iglesia, pero estaba cerrada. Otros querían esconderse entre las ruinas prehispánicas, pero no era suficiente. Muertos, heridos y golpeados se encontraban por doquier. Algunas personas se hincaron a rezar sin ser escuchados. Las ambulancias no lograrían pasar hasta las 19:10 horas.
El 3 de octubre “la Plaza de las Tres Culturas presentaba un ambiente desolador. La atmósfera de muerte se extendió por todo Tlatelolco. Continuaba la presencia de vehículos militares y de la policía. Los militares y los granaderos mantenían el cateo a las viviendas en busca de estudiantes”, relata la UNAM a 52 años de la masacre.
“Fue la brutal culminación de delitos que podrían ser considerados contra la humanidad, perpetrados desde el gobierno de México”, destaca la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). En especial por referirse a las detenciones masivas, arbitrarias e ilegales que se realizaron aquel 2 de octubre.
Oficialmente se reportaron 300 muertos, pero testimonios que han salido con los años revelan una realidad totalmente distinta. La Matanza de Tlatelolco marcó un antes y un después en México y encendió la llama estudiantil que año con año sale a repetir que el ¡2 de octubre, no se olvida!