La Comuna
El tumor de Maky
José Ángel Solorio Martínez
La autodenominada precandidata de MORENA a la gubernatura de Tamaulipas, Maky Ortíz Domínguez, anda desesperada, ansiosa, angustiada. Ante las desventajas mostradas en su precampaña -escasos auditorios por su recorrido del estado; encuestas pagadas que no emocionan a los ciudadanos; pequeñas convocatorias de representantes sociales, y casi nula respuesta de la militancia guinda-, pretende fintar, con la engañifa de que su rechazo puede debilitar al lopezobradorismo regional ante su escurrimiento a otras organizaciones políticas.
¿Realmente debilitaría al partido del Presidente, la emigración de la ex alcaldesa a otras trincheras para buscar la gubernatura?
¿Qué tanto impactaría una hipotética -al momento, hoy- la salida de esta precandidata del movimiento guinda en la región?
¿Debilitaría la candidatura del morenista que representará al lopezobradorismo el 2022?
¿Trastocaría la correlación de fuerzas en la entidad?
Iremos por partes:
1.- De irse a pedir posada política al Partido Verde, veríamos varias circunstancias. La primera y más potente: la política de alianzas de esta agrupación -como todas- no la definen las fuerzas locales; lo establecen, los Comités Ejecutivos Nacionales. Y se sabe, el Verde va con MORENA, -señales inequívocas de ello, son los votos de sus legisladores a favor de las reformas estructurales impulsadas por el Presidente, Andrés Manuel López Obrador-. En otras palabras, está virtualmente pactado, que MORENA pondrá el candidato en Tamaulipas y los verdes se sumarán.
De otra forma: el verde es un espacio que no le pertenece a Maky , menos al dirigente Manuel Muñoz Cano que ya ha intentado acercamientos con la reynosense.
Resultado: es remoto, que el partido del tucán acoja a la doctora. Y no porque represente a un grupo evidentemente amoral, oscuro y bajo sospecha -y en algunos rubros sin sospecha de que es lo que es-, no; su obstáculo a vencer es los acuerdos de los CENs que ya han adelantado que van juntos.
2.- Si la ex Presidenta, se marchara al Movimiento Ciudadano, tendríamos posibilidad de maniobra. El MC, anda a la caza de un elemento que les lleve votos para presumir su crecimiento en el Noreste mexicano -se sumaría esa cosecha de votos a los obtenidos en Nuevo León-. La mala noticia para Ortiz Domínguez, es que a quien afectaría de ser candidata a la gubernatura, por el partido de Dante Delgado, sería a su mortal enemigo: el PAN.
Así parece: no le restaría simpatizantes en las urnas a MORENA -o al menos, no la cantidad que ella supone-; sí, erosionaría la clientela electoral azul toda vez que miles de sus seguidores reynosenses, provienen del partido que gobierna desde los Poderes del Estado.
Sería excelente la marcha de la doctora.
Ayudaría a extirpar, de la sangre guinda, tanta pus que hace meses le acompañan.