La Comuna
Los cleptojuniors
José Ángel Solorio Martínez
Dos engendros políticos, vienen a enturbiar al ya pútrido sistema de partidos en Tamaulipas: el Partido Verde y el Movimiento Ciudadano. Con los señuelos de atípicos éxitos en Nuevo León y en San Luis Potosí los dirigentes nacionales de esas agrupaciones, otorgaron a sendos jóvenes sus franquicias en la entidad.
Como se sabe, aquella dupla partidista ganó sorpresivamente en ambos estados.
Eso, en parte, prohijó la fiebre de poder en la región.
Desató la ambición, de algunos cuadros que en el pasado militaron y vivieron del viejo sistema político tamaulipeco.
Manuel Muñoz Cano, optó por buscar espacios en los vericuetos del ecologismo rosa del PV; Juan Carlos Zertuche, en un partido que le regaló su papá y tíos: Movimiento Ciudadano.
En el fondo, tienen similitudes: escasa materia gris; poca formación política -aunque los dos han desplegados sus esfuerzos en la administración pública, es decir: en donde hubieron cajas registradoras-; la dupla, tienen una inocultable ética política abrevada en el PRI y sus peores anti-virtudes. El par, tiene prosapia por lo que puede considerarse como parte de la monarquía política: llegó a los cargos, más por su sangre que por su talento -tanto uno como el otro, tienen genomas de ilustres estirpes políticas.
A vuelo de pájaro, Muñoz Cano, tiene mayores experiencias que Zertuche. El nuevo dirigente verde, es hijo de Manuel Muñoz Rocha -muy conocido por la sociedad victorense-; en tanto, el flamante líder del partido Naranja, es heredero de una de las familias más conocidas en la actividad política de Reynosa.
¿Qué pueden aportar a sus partidos, el reynosense y el victorense?
Por el momento, sólo se visualizan tres cosas: nada, casi nada, y absolutamente nada.
Muñoz Cano, ya exhibió sus malas artes: intentó vender al Ayuntamiento de Matamoros, una campaña de combate al COVID en escuelas, en algunos millones de pesos.
En este caso, no tenía por qué ser diferente Manuel: se vino de San Luis Potosí, echado en corrida por el candidato a la gubernatura ganador, -del Partido Verde- por un intento fallido de embolsarse algunos fondos de campaña.
De Zertuche, aun no se sabe nada.
En el asunto que nos ocupa, eso parece ser peor: no se le conoce, ni oficio ni beneficio.
Los reynosenses, tienen la certeza de que su paisano, el gerente del MC que reemplaza a Gustavo Cárdenas, hará lo que toda su vida ha hecho con destreza y eficacia: tirarse a la hamaca.
Al parecer este tipo de juniors -Manuelito y Zertuchito-, vienen como los Pingüinos: dos en cada bolsita…