Política

La Comuna

El triunfo de Edgar Melhem

José Ángel Solorio Martínez

El PRI de Tamaulipas, está arrinconado. Algunos de sus liderazgos, se han escurrido hacia el PAN en abierta rebeldía contra el CDE que preside el riobravense, Edgar Melhem Salinas; otros, confían que les mejoren la oferta para sumarse al azul; y los menos, esperan institucionalmente, que sus dirigentes nacionales y regionales decidan qué camino tomar el 2022.
No se ve escenario alguno, amigable.
Si decide una coalición encabezada por el PAN, se iría al abismo.
Si opta por ir solo, con candidato propio a la gubernatura, iría al despeñadero.
Y si se suma a MORENA, sería una alianza de poca rentabilidad.
(A pesar de ello, este último sendero sería el menos pernicioso para el tricolor).
En todos esos escenarios, el otrora invencible, perdería su más valioso capital: la militancia. La emergencia en el estado del Partido Verde y el Naranja -ambas organizaciones en estos momentos, nutridas por segmentos tricolores-, le pone mas presión al liderazgo de Melhem. Es evidente, que la opción que elija el CEN, será disruptiva en las filas del priismo tamaulipeco.
En efecto: en cualquier caso, ciertas franjas de militantes, quedarán dañadas y podrían decantarse por otras agrupaciones.
La beligerante suma de Alejandro Guevara Cobos, Florentino Sáenz Cobos, Yahleel Abdalá, Roberto González Barba, y otros de menor estatura, a la campaña del Truco Verástegui, es apenas el preludio de lo que irá pasando, en la víspera de la elección del próximo año.
Melhem, ya ha externado -así como sus ex correligionarios, que lo abandonaron- que con el PAN tamaulipeco ni a la esquina. Eso, evidentemente lo acerca a MORENA. Era de esperarse: es la única estrategia de supervivencia que le han dejado sus adversarios azules: le compraron a buena parte de sus compañeros de partido, le han dirigido una campaña negra y lo siguen soslayando como representante estatal de su partido.
Para priistas y ex priistas, que se adhieran al PAN o a MORENA, es un volado; es una apuesta, al todo o nada.
Sin alcaldías, ni diputaciones ni regidurías, los comicios del 2022, sólo tendrán espacio para la negociación, el Ejecutivo estatal; es decir, la gubernatura y sus Secretarías.
Ese es el juego en el que participan, Guevara, Sáenz, Abdalá, González Barba y amigos que los acompañan, y Melhem con la estructura partidista que conduce.
A la de ya se puede afirmar, que Edgar ya ganó.
El Presidente del CDE, es y seguirá siendo diputado local. Y continuará operando como un relevante factor de negociación en la Legislatura, en su carácter de diputado bisagra.
Los otros -quizá por eso andan, estresados, ansiosos, nerviosos-, están quemando sus naves. Las amplias sonrisas con las que transitan por esas veredas del estado, sólo pueden ser explicadas, por su ingenuidad…
… o por la pesada bolsa que cobraron.

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