Política

La COMAPA de Rio Bravo.Por Oscar Díaz Salazar.

Decía Don Jesús Reyes Heroles que «en política la forma es fondo» y con esa breve y muy certera sentencia en mente, considero que el presidente municipal de Rio Bravo, Héctor Joel «Calabazo» Villegas, incurre en un auto atentado a su investidura, al visitar en sus oficinas al gerente de la COMAPA de Rio Bravo, Edgar Olvera.

El alcalde ríobravense «es raza», y en términos generales eso es bueno. La sencillez es un atributo que sus conciudadanos aprecian, y la prueba es que le dieron la confianza para presidir el Ayuntamiento. Pero su actuación como presidente municipal no debe ser la misma que la del ciudadano «Calabazo».

Un compañero columnista que supo de la visita del munícipe al gerente de la COMAPA, interpretó que la primera autoridad municipal ya «se entregó» al gobierno del Estado, con ese gesto de presentarse con el funcionario de la dependencia más lucrativa de las que (malamente) administra el gobierno estatal en Rio Bravo.

Si el Calabazo Villegas tuviera conciencia plena de lo que hoy representa, el encuentro con el funcionario a cargo de la oficina que provee agua y servicios de drenaje, se hubiera llevado a cabo en el Despacho del Alcalde, con Villegas como anfitrión y superior jerárquico, y con Olvera atendiendo el llamado, invitación o citatorio a dar cuenta de los asuntos relativos a la dependencia que está a su cargo en forma interina.

Si como decía Reyes Heroles la forma es fondo, lo que observamos e interpretamos con esa visita, es la conformidad del presidente «Calabazo» con el hecho de que la COMAPA de su municipio permanezca en manos de la pandilla de la Vaca Salvatrucha, declinando desde el principio el legítimo derecho de reclamar para el gobierno municipal el manejo de la dependencia a cargo del suministro de agua potable y alcantarillado, tal y como lo estipula la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que en su artículo 115 señala las atribuciones de los gobiernos municipales, siendo el de proporcionar agua potable la primera que enlista dicha norma jurídica.

Aunque no me han solicitado consejo alguno, me voy a permitir sugerir al ciudadano presidente municipal de Rio Bravo, Héctor Joel Villegas Gonzalez, que tome conciencia de lo que hoy representa, de la dignidad con la que debe conducirse, del respeto que debe ofrecer y exigir en su trato con los demás, en la necesidad de respetar y hacer que respeten su investidura. Sobre todo en su trato con las autoridades que están usurpando cargos o invadiendo facultades del gobierno municipal. Para el trato con el pueblo, el alcalde puede, debe y conviene que siga siendo El Calabazo, el amigo, el hombre sencillo y atento.

Al margen de las personalidades, independientemente de que «El Calabazo» sea de la raza y de que el joven Edgar Olvera sea un funcionario amable, educado y eficiente, es previsible que pronto veamos desencuentros entre estos funcionarios que se reunieron a principios de esta semana. Lo pronostico y a la vez lo deseo, porque el presidente municipal debe hacer las gestiones que sean necesarias para tomar el control de esa dependencia a cargo de uno de los servicios más importantes que demanda la población de sus autoridades.

El debate sobre qué nivel de gobierno o qué autoridad debe estar a cargo de la COMAPA, es un asunto superado, definido a favor de los gobiernos municipales y plasmado en nuestra Carta Magna.

Esperamos que el Presidente Héctor Villegas actúe en consecuencia.

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