La caravana merma salud de los migrantes; niños son los más afectados
La caravana de miles de migrantes centroamericanos y suramericanos que partió hace una semana desde Tapachula, Chiapas, con destino a Estados Unidos avanzaba lentamente ayer, mientras los niños comienzan a resentir dolencias de salud.
La caravana llegó la noche del viernes a la comunidad de Ulapa, en el municipio de Acapetahua, en Chiapas, después de recorrer a pie unos 15 kilómetros.
Los cerca de cinco mil migrantes ya han recorrido en total cerca de 80 kilómetros desde que partieron el pasado fin de semana desde Tapachula, y algunos, especialmente los niños, comienzan a resentir fiebre, deshidratación, dolores de cabeza, diarreas, esguinces y sarpullidos.
Andrea Pérez, de origen venezolano, solicitó la madrugada de ayer a las autoridades de salud atención para su hijo Jesús, que presentaba cuadros de deshidratación, sin que tuviera atención inicial.
Cinco horas después, paramédicos acudieron a revisarlo y lo trasladaron en una ambulancia al centro de salud de Mapastepec, junto a otros niños y una mujer.
«La ambulancia vino, le pedí ayuda, pero se fue y hasta ahora volvió a regresar, en el camino nadie nos ayudó con agua», contó la mujer.
La situación se ha complicado para los niños, quienes han resentido las altas temperaturas y las fuertes lluvias que han complicado la salud de las familias.
Algunas mujeres también han solicitado la atención de los paramédicos por enfermedades diversas como diabetes, presión arterial, enfermedades degenerativas, pero sobre todo deshidratación.
Cindy López, originaria de Guatemala, viaja en la caravana junto a dos niños, uno de los cuales, de 8 años, sufrió un ataque de apendicitis, según contó.
Para su tratamiento, las autoridades le ofrecieron regresar a Tapachula, ciudad de la que partieron los migrantes tras meses varados sin oportunidades de trabajo, algo que la madre rechazó.
EFE
FOTO: REUTERS