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Lavalle Maury: de las glorias del viejo clan al reclusorio

Exitoso durante dos décadas en los negocios y la política que inició en su natal Campeche y proyectó al ámbito nacional, al principio al lado de Juan Camilo Mouriño Terrazo, Jorge Luis Lavalle Maury lleva semanas en prisión preventiva en el Reclusorio Norte de la CDMX, señalado por el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, de presunta participación en perjuicio de la petrolera. Y así como antaño los vínculos transgeneracionales de su familia con la de Mouriño lo encumbraron, hoy enfrenta sólo los delitos que se le imputan.

CAMPECHE, Camp. (Proceso).- Vinculado a proceso por los delitos de asociación delictuosa, lavado de dinero y cohecho, y recluido de manera preventiva en el Reclusorio Norte, presuntamente por haber recibido sobornos de la empresa ­Odebrecht para aprobar la reforma energética, el exsenador Jorge Luis Lavalle Maury, ­Pashita, no es el único personaje del clan Mouriño involucrado en escándalos de corrupción pero sí el primero llevado a juicio.

El vínculo entre las familias Mouriño y Lavalle es transgeneracional. Se inició a mediados de los 80 del siglo pasado, cuando los ibéricos se asentaron en Campeche. Jorge Luis Lavalle Azar, padre de Jorge Luis y Leonardo Lavalle Maury, fue quien alquiló a Manuel Carlos Mouriño Atanes, progenitor de Carlos, María de los Ángeles y Juan Camilo Mouriño Terrazo, la primera casa que habitaron aquí, en la colonia Bosques de Campeche, frente a la universidad.

Sobrino de María Lavalle Urbina –la primera mujer que se tituló como abogada en Campeche, una de las dos primeras senadoras en México y la primera en ejercer la presidencia del Senado– y del exgobernador Eduardo Lavalle Urbina (1943-1949), Lavalle Azar facilitó también a los extranjeros recién llegados el acercamiento con la élite social y política campechana de la época.

Mientras Mouriño Atanes cimentaba las redes político-empresariales con que a la postre encumbró a su clan hasta las más altas esferas en la entidad y el país, e incluso en su natal España, Lavalle Azar, contador público y militante priista, ocupó diversos cargos públicos en el gobierno federal en los sexenios de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas.

Fue delegado regional del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), director de Programación, Organización y Presupuesto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de la Auditoría Gubernamental de la desaparecida Secretaría de la Contraloría General de la Federación, de Transporte en Petróleos Mexicanos y del Nacional Monte de Piedad.

Lavalle Azar regresó a Campeche a mediados del gobierno de su primo Jorge Salomón Azar García (1991-97), quien lo nombró titular del Consejo de Inversión y Desarrollo, organismo que reemplazó a la Secretaría de Economía. Su despacho lo instaló en un piso de una de las Torres de Cristal, que son propiedad del Grupo Energético del Sureste, el corporativo de los Mouriño, cuya sede está ahí mismo. Esos dos edificios, ubicados en el malecón, los construyó el empresario español cuando empezaba a enriquecerse con un crédito que obtuvo del quebrantado Banco Unión –del que era socio accionista– y que acabó en el Fondo Bancario de Protección al Ahorro.

El relevo sexenal perpetuó la buena racha de los Lavalle y de los Mouriño. El nuevo mandatario, José Antonio González Curi (1997-2003), quien cogobernó con su hermano Jorge Luis, designó a Lavalle Azar secretario de Desarrollo Social. Carlos, el hermano de Lavalle Azar, y Jorge Luis González Curi son amigos cercanos y socios.

Al mismo tiempo, en 1997, a los 27 años, Juan Camilo Mouriño Terrazo debutó como político al ganar un escaño en el Congreso local como parte de la bancada del PAN, a partir de lo cual el tráfico de influencias, los negocios, la fortuna y las ambiciones de su familia se desbordaron a la par que sus escándalos de corrupción.

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