Las autoridades chinas han ordenado este jueves el confinamiento de la ciudad de Heihe, cerca de la frontera de Rusia, y suman así tres zonas cerradas ante el progresivo avance de un brote de coronavirus que surgió hace apenas diez días y suma más de 200 casos diagnosticados.
Ya se han detectado casos en 14 de las 31 provincias que conforman la China continental, con especial incidencia en el norte.
El Ministerio de Sanidad ha informado este jueves de 34 nuevos positivos –incluida once personas asintomáticas– y por ahora la expansión del virus no da tregua en un país que siempre ha tratado de tener a cero sus balances epidemiológicos.
Después del confinamiento del condado de Ejin, en Mongolia Occidental, y de la ciudad de Lanzhou, situada en Gansu y con cuatro millones de habitantes, las autoridades han ordenado una medida similar sobre Heihe. Los 1,5 millones de habitantes de esta ciudad, ubicada en la provincia de Heilongjiang, verán limitados sus movimientos hasta nuevo aviso.
Los residentes solo podrán moverse por razones de necesidad y se han cancelado también las reuniones y los trabajos no esenciales. Tampoco habrá transporte público en Heihe, según el periódico oficial ‘Global Times’, que da cuenta de cuatro nuevos casos de COVID-19 en Heihe solo este jueves.
Mientras tanto, en Pekín, la capital, se ha restringido la entrada de los viajeros procedentes de zonas con casos. Quienes quieran llegar a Pekín deben demostrar que no están contagiados y serán sometidos a una vigilancia ya en el interior de la ciudad, donde se han limitado los aforos en lugares públicos tanto interiores como en exterior.