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CDV mantiene en la miseria al Congreso de Tamaulipas

Por:Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- La sumisión del Poder Legislativo al Gobierno del Estado llegó a grados humillantes en la etapa panista. Los servicios de seguridad, telefonía e Internet, entre otros, los costeaba la administración de García Cabeza de Vaca. La Asamblea de representantes ciudadanos ejerció solo el 0.5 por ciento del presupuesto de Tamaulipas, la cantidad más baja de los tres poderes del estado.

El desastre que dejó la 64 Legislatura, presidida por Gerardo Peña Flores, del PAN, puede sintetizarse en los siguientes puntos:

-No tiene capacidad financiera para visitar distritos.

-Carece de fondos para hacer consultas y foros ciudadanos.

-Se suspende el ‘Congreso itinerante’ por falta de recursos.

-Para tener servicios, debe pedir a la Secretaría de Finanzas que se los pague.

-La Administración Estatal controla también el arrendamiento de vehículos

Pero queda todavía un centenar de conceptos que dependen del Gobierno del Estado para el funcionamiento del Congreso de Tamaulipas. “El presupuesto para operar la Cámara de Diputados, el poder legislativo, es irrisorio –sostiene Armando Zertuche Zuani, presidente de la Junta de Coordinación Política de la 65 Legislatura–; el 0.5 por ciento del presupuesto estatal es el que ejerce. Son 200 millones, más o menos. Y bueno, el tercer poder, que es el Poder Ejecutivo (el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca) maneja los otros 60 mil millones de pesos restantes”.

En entrevista para Sentido Común, el líder del Congreso Local afirma que la anterior Legislatura, manejada por la bancada del PAN, no administraba con transparencia ni la nómina de personal, ya que entregaban apoyos de manera discrecional a algunos diputados. “Por muchos años esa fue una práctica discrecional, entre amigos, de cuates”. Actualmente, la Jucopo practica una revisión para ubicar de dónde salían los recursos, si se contabilizaban a la Asamblea o dónde quedaban registrados.

“Fue una complicidad, un maridaje que se fue dando –continúa el líder de la diputación de Morena– ‘Me lo da el gobernador, me lo aporta la Secretaría de Finanzas. Esto me lo financia tal grupo’. Y se fue minimizando la capacidad económica y financiera del Poder Legislativo, al grado que hoy en día no tenemos capacidad ni recursos para salir a los distritos a hacer consultas, a hacer eventos particulares.”

Semejante dieta financiera ha dejado al primer Congreso Local de oposición sin margen para facilitar el trabajo legislativo, para aproximarse a los distritos ni para mantener el contacto con los ciudadanos desde su lugar de residencia. En una palabra, debilita la democracia, ya que separa por la fuerza o induce al aislamiento a diputados y representados. “Entonces, queda el Poder Legislativo atado de manos.”

¿Es un gesto de animadversión o desconfianza de parte del Gobierno del Estado? Armando Zertuche levanta, por su parte, la bandera blanca. No busca confrontarse sino un trato digno del Ejecutivo Estatal: “No somos enemigos del partido que está en el gobierno, pero somos equilibrios, somos contrapesos. Tiene que haber respeto, tiene que haber autonomía y no podemos estar supeditados a ellos.”

La paternidad ilegítima que ejerció el Ejecutivo sobre el Poder Legislativo alcanzó hasta el uso de vehículos para movilizar a diputados y personal de servicio, que son recursos elementales que cada poder debe manejar de manera autónoma y propia. “Hay una gran dependencia que debilita mucho al Legislativo. Lo hace muy sumiso”.

La estrategia del grupo parlamentario de Morena, así como del líder de la Jucopo, es informar a la sociedad, de manera transparente, el estado de las cuentas y la administración del Congreso Local tal y como lo entregó la Legislatura 64, encabezada por el PAN. Se pretende que los ciudadanos conozcan de manera documental el caso, y sean parte de la transformación que busca aplicarse en el Poder Legislativo. La discrecionalidad, el despilfarro y la falta de transparencia, serán cosa del pasado.

En otra entrega comentamos que la integración de la 65 Legislatura le da 18 diputados locales a la izquierda (17 de Morena y 1 del PT). Los 18 restantes se dividen en 15 del PAN, uno del PRI y uno de MC. La izquierda necesita solo un voto para aprobar iniciativas fundamentales que afectarán el funcionamiento del Gobierno del Estado; también, para ordenar auditorías, revisiones, comparecencias, exhortos y designación de titulares de organismos descentralizados. Pronto, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca podrá sentir en carne propia el estar obligado a responder o acatar disposiciones de otro poder.

“En este próximo mes, vienen los presupuestos, viene el del estado y viene el presupuesto de la misma Cámara –dice Zertuche Zuani, sonriente e irónico–. Ahí tenemos que reunirnos en esta Junta de Coordinación para poner los números que correspondan para tener un Congreso legítimo, digno, de los tamaulipecos, y no sometido, socavado por la falta de apoyos o de recursos”.

Paradójicamente, el PRI o MC, las diputaciones menos representadas en el Congreso, decidirán en alguno de los dos sentidos.

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