Adrián Oseguera da la cara por la autonomía municipal;Por Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- ¿Recuerda usted las cabalgatas forzadas de 2006 a 2010 en Tamaulipas, donde morían reventados de cansancio y sed una treintena de caballos? ¿O quizás los espectáculos de ‘danza urbana’, una mezcla de baile callejero y pasos enloquecidos, presentados en el Centro Cultural Amalia García como si fuera el ballet Bolshoi? ¿O aquel episodio en que el hijo de un rector de la UAT se paseaba en avión oficial por Estados Unidos? Si lo recuerda, coincidirá con nosotros en que comparten un rasgo común: ocurrieron durante gobiernos controlados en Ciudad Victoria.
Con esa afirmación no buscamos crear una mala imagen de la gente de la capital, porque tiene personas talentosas y capaces a montones. Más bien, aludimos a la preeminencia de un grupo político, a una camarilla que causó retraso a Tamaulipas y aún a Ciudad Victoria, mafia cerrada, corrupta y elitista como pocas. Tales fueron los gobiernos de Eugenio Hernández y Egidio Torre, oriundos de esta localidad.
Por eso urge reescribir el sistema político del estado, pasarlo a la siguiente etapa, una en la que los municipios tengan la fuerza para incidir en temas de inversión pública y desarrollo, y dejen de actuar como satélites del poder central. Esa es la visión que ha calado hondo en la sociedad tamaulipeca, y que abandera Adrián Oseguera Kernion, alcalde de Ciudad Madero.
Es el único de los aspirantes de Morena a la gubernatura de Tamaulipas que defiende el papel de los municipios como motor del crecimiento estatal. “La transformación del estado inicia ahí porque las carencias más grandes están también ahí”, sostiene Oseguera. Son las palabras de alguien con conocimiento de causa, que ha visto imponer políticas a las ciudades de afuera hacia adentro, sin consultar a los residentes, sin escuchar sus necesidades, sin idea de sus realidades y aspiraciones.
“Tamaulipas no se puede gobernar como otros estados. No somos Nuevo León o la Ciudad de México, aquí somos un estado plural, cada municipio tiene su problemática y se tiene que resolver a nivel local. Necesitamos un gobernador que entienda eso, que sepa gobernar con los alcaldes, no a través de ellos”. Con esa claridad expresa su pensamiento Adrián Oseguera. ¿Alguien está en desacuerdo? ¿Habrá quien prefiera vivir en el pasado, en el sistema a político centralista, seguir en la ruta de siempre? Y los otros aspirantes, ¿piensan igual? ¿Qué han dicho de la autonomía municipal, de potenciar las ciudades, de darles el control? Ellos no piensan así, no. Lean sus propuestas: quieren ser gobiernos paternalistas, como el de ahora, si no peor.
“No se puede gobernar desde la Ciudad Victoria, se tiene que gobernar con los alcaldes y ciudadanos. Lo que se necesita son menos monumentos faraónicos, más agua, más seguridad y obra pública para los municipios”. Por increíble que parezca, la mayoría de los contendientes a la gubernatura cae en proyectos pomposos y planes meramente aspiracionistas, en frases huecas y llamados ‘a la grandeza’. Quien ha puesto los pies en la tierra es Adrián Oseguera, y su visión realista y con sentido práctico le ha llegado a su gente, y ahora pudiera interesarle a todo el estado.
En cierta forma, su vocación por el servicio público inicia en 1940, cuando su abuelo se convierte en Senador por Tamaulipas y acompaña al presidente Cárdenas en la expropiación de la industria petrolera. Por lo tanto, Pemex, Ciudad Madero y Tamaulipas siempre han formado parte en la vida de los Oseguera, y a ellos han dedicado su trabajo, su conocimiento y su interés.
La culminación de este sentido de pertenencia fue la elección de Adrián como alcalde de Ciudad Madero en 2018, al que siguió la reelección en 2021. Oseguera Kernion ya es uno de los líderes serios del morenismo por sus resultados en la administración municipal. Estos adquieren mayor relevancia debido a un entorno de escasez y austeridad de recursos. Como sea, logró llevar obras de pavimentación a sectores marginados por años, y rehabilitar espacios públicos para el beneficio de las familias. Ha construido más de un kilómetro de calles y ha reducido el rezago de servicios.
Adrián no es el tipo de presidente municipal sentado detrás del escritorio y encerrado en su oficina. No. Personalmente recorre a pie los barrios y fraccionamientos, conversa con los vecinos, recibe peticiones y escucha sus inquietudes, incluso sobre asuntos enteramente ajenos a los del servicio público. Entiende que un gobierno exitoso depende de la satisfacción de la gente, no de la autoridad sobre la gente.
Y es con vecinos satisfechos como los alcaldes hacen fuerte, primero, a su estado, y después a su país. Por eso Oseguera Kernion es el aspirante de Morena que, hoy por hoy, tiene un mensaje atractivo, realista y moderno para los ciudadanos, y ha ganado apoyo en su propósito de buscar la candidatura de Morena para gobernador de Tamaulipas.
Pero el camino está sembrado de estorbos, principalmente dentro del partido. Por envidias e intrigas, han querido dedicarle aquella crítica que lanzó el senador Ricardo Monreal contra los numerosos buscadores de la candidatura. Como el partido está posicionado, decía el zacatecano, ahora todo mundo quiere ser nominado. Para nosotros, esa indirecta aludía a Maki Ortiz, la de Reynosa. Sin embargo, la grilla entre morenistas quiere rozar también al de Ciudad Madero.
En política, este golpeteo es prácticamente una señal de éxito. A nadie le interesan los de abajo ni los perdedores. Si vigilan a Adrián Oseguera es por sus logros, por su capacidad y por su fuerza. Esto no ha terminado aún; al contrario: apenas empieza.
Oseguera Kernion solo necesita seguir el sabio refrán: “Trabajo mata grilla”.