Política

Telegrama 19/10/21
Por Oscar Díaz Salazar

Que ya “banquearon” a la secretaria de Obras Públicas del gobierno de Tamaulipas. Si bien Cecilia del Alto sigue en la nómina como titular de la SOP, ya no es requerida para acompañar a los eventos al señor Francisco N, aún titular del poder ejecutivo del Estado, que hoy prefiere la compañía de su flamante secretaria de Bienestar, Yalheel Abdala.

El priista Alejandro Guevara Cobos, el perredista Jorge Sosa Pohl y el ex dirigente del Partido Verde en Tamaulipas, de apellido Aviña, salieron del closet para confesarle “a la ciudad y al mundo” (“urbi et órbi”) su amor nominal a uno de los pre candidatos panistas, que entre sus atractivos podemos decirles que maneja un presupuesto multimillonario en el gobtam.

El Delegado del gobierno federal en Tamaulipas, Rodolfo González Valderrama, realizó una visita al señor Francisco N, que lo recibió en palacio de gobierno, en su carácter de Jefe del Poder Ejecutivo del gobierno de Tamaulipas o gobernador. Valderrama, servidor público de carrera, solicita la audiencia para efectos de atender sus tareas institucionales y buscar la coordinación de esfuerzos en beneficio de los tamaulipecos. Posterior a la visita, Francisco N recita su exigencia de la temporada: “quiero más dinero”.

Ausente de su oficina y desobligado de sus tareas, así ha estado el Delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) en Reynosa, Miguel Manzur. El tampiqueño que fue diputado local, que es yerno de Alvaro Garza Cantú y recomendado del Guasón, está visto que no le tiene aprecio a la chamba que le consiguió el protegido de su suegro.

A esos panistas que andan locos de contentos porque suponen que ya tienen amigo, conocido, aliado, jefe o cuate que será candidato a gobernador, les daré un aviso, advertencia, sugerencia o señal de alerta, como lo quieran tomar: la historia nos dice que Francisco N siempre deja heridos en el proceso de definir sus candidatos y que al primero que “encuerda”, termina viendo su nombre en la boleta electoral, pero con otras siglas, o rumiando su coraje en la soledad del hogar.

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