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Samuel; El “aliado” de Cabeza de Vaca que se fue con AMLO


Por:Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- La toma de protesta del nuevo gobernador de Nuevo León, Samuel García, atrajo a poderosos y celebridades como solo se ve en las funciones de gala o de cine, el domingo 3 de octubre.

Convertidos en figuras de la cultura digital, en ‘influencers’, el joven mandatario y su esposa, Mariana Rodríguez, activan a miles de seguidores y provocan tendencias en redes sociales. Por una razón elemental, quien se encuentre a su lado o los acompañe recibe la misma atención, se hace tan notorio como ellos. Así, cuando se captan esas imágenes, absorben el brillo de la pareja por un instante y se vuelven reconocibles.

Era importante, pues, asistir a la fiesta de Samuel García la noche del domingo en el Teatro de la Ciudad, en Monterrey, para aparecer en las crónicas sociales y políticas, para inscribir su nombre entre los poderosos (VIP). Exgobernadores de Nuevo León, ya históricos e influyentes, como Natividad González Parás y Sócrates Rizzo García, acompañaron al emecista. También lo apoyaron Enrique Alfaro, Alejandro Murat, Mauricio Vila y Omar Fayad, mandatarios de Jalisco, Oaxaca, Yucatán e Hidalgo, respectivamente. Sin corroborarse, Samuel aseguró que esa noche estaban reunidos “89 gobernadores amigos”, entre titulares en funciones y retirados.

Para todos tuvo palabras de reconocimiento durante su discurso. Vino entonces un saludo emotivo y difuso, como no ocurrió con los otros, para Francisco García Cabeza de Vaca, el gobernador de Tamaulipas.

“A mi amigo Cabeza de Vaca, bienvenido a Nuevo León”, comenzó Samuel García. “Vecino, quiero darte las gracias a nombre de los 40 mil vacunados por todo el despliegue que Fuerza Tamaulipas y Guardia Nacional dieron para cuidar a los nuevoleoneses que se fueron a vacunar”.

Desde su asiento, con mirada feliz, García Cabeza de Vaca disfrutaba cada palabra dedicada en su honor.

“Ese gesto no se olvida”, continuó el nuevoleonés. “Y me tienes aquí, a tus órdenes. ¡Muchas gracias!”.

Amigo, vecino, a tus órdenes, el Ejecutivo de Nuevo León, uno de los estados más prósperos del país, expresaba sin atenuantes sus simpatías al mandatario de Tamaulipas. Todos lo escucharon.

El equipo de García Cabeza de Vaca se movilizó de inmediato para aprovechar la ocasión. Etiquetaron la fotografía de su jefe, ceñido en un abrazo con el hombre fuerte de Nuevo León, y lo subieron a las redes sociales. Mensaje tácito: Samuel García, aliado del gobernador de Tamaulipas.

Luego, perpetuaron otro abrazo acontecido en esa misma ceremonia: García Cabeza de Vaca se fundía con Olga Sánchez Cordero, líder del Senado y exsecretaria de gobernación. Se veían tan emocionados el uno con el otro que más parecía el reencuentro de un hijo con su madre. De nuevo, lanzaron la fotografía al ciberespacio y dieron a entender que el tamaulipeco estaba en el afecto de los morenistas.

Ambos episodios ocurrieron bajo la falsa creencia de que una imagen dice más que mil palabras.

DESPERTAR A LA REALIDAD

Al siguiente día, apagadas las luces del Teatro de la Ciudad, retirado el festín, el gobernador Samuel García Sepúlveda dirigió un mensaje de repercusiones políticas muy diferente a lo que insinuaban las imágenes publicadas por García Cabeza de Vaca. Sí, Nuevo León tenía una alianza, pero no con el gobierno de Tamaulipas, perseguido por corrupción y malos manejos, sino con el Presidente de la República, antagonista del reynosense.

“El País está dividido”, dijo García, de camino al Palacio de Gobierno, “Ya no quiere pleitos, quiere replanteamiento, y yo le ofrecí al Presidente, vía Tatiana Clouthier (Secretaria de Economía), un nuevo comienzo con Nuevo León, donde nos ayuden con dinero, con la seguridad, con el agua y con el medio ambiente”.

¿Era la intención del gobernador de Tamaulipas relanzar el bloque antilópezobrador denominado Alianza Federalista? ¿Creería tener de su lado a Samuel García por la vecindad de los estados, por haberlo apoyado en la custodia del personal nuevoleonés que viajó por carreteras tamaulipecas? Ese parece haber sido su propósito, pero fracasó. De dicho bloque, Samuel guarda una pésima opinión.

“(Se necesita) una relación con el Presidente… Todos vimos que esa Alianza Federalista no funcionó, porque iban al pleito”, afirmó. Ante la insistencia de los periodistas, dejó entrever que esa agrupación podría continuar, pero con una condición: sin hacer pleitos.

Cuando se examinan los comunicados firmados por los gobernadores originales de la Alianza Federalista, resulta evidente que buscaban pleito con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que desacreditaban todas sus acciones, que le negaban mérito. Dos de los críticos más tenaces fueron, precisamente, Francisco García Cabeza de Vaca y Jaime Rodríguez “El Bronco”, ahora ex gobernador de Nuevo León.

No; una fotografía no es espejo de la realidad, ni una imagen dice más que mil palabras cuando se trata del Gobernador de Tamaulipas.

Ciudad Victoria.- La toma de protesta del nuevo gobernador de Nuevo León, Samuel García, atrajo a poderosos y celebridades como solo se ve en las funciones de gala o de cine, el domingo 3 de octubre.

Convertidos en figuras de la cultura digital, en ‘influencers’, el joven mandatario y su esposa, Mariana Rodríguez, activan a miles de seguidores y provocan tendencias en redes sociales. Por una razón elemental, quien se encuentre a su lado o los acompañe recibe la misma atención, se hace tan notorio como ellos. Así, cuando se captan esas imágenes, absorben el brillo de la pareja por un instante y se vuelven reconocibles.

Era importante, pues, asistir a la fiesta de Samuel García la noche del domingo en el Teatro de la Ciudad, en Monterrey, para aparecer en las crónicas sociales y políticas, para inscribir su nombre entre los poderosos (VIP). Exgobernadores de Nuevo León, ya históricos e influyentes, como Natividad González Parás y Sócrates Rizzo García, acompañaron al emecista. También lo apoyaron Enrique Alfaro, Alejandro Murat, Mauricio Vila y Omar Fayad, mandatarios de Jalisco, Oaxaca, Yucatán e Hidalgo, respectivamente. Sin corroborarse, Samuel aseguró que esa noche estaban reunidos “89 gobernadores amigos”, entre titulares en funciones y retirados.

Para todos tuvo palabras de reconocimiento durante su discurso. Vino entonces un saludo emotivo y difuso, como no ocurrió con los otros, para Francisco García Cabeza de Vaca, el gobernador de Tamaulipas.

“A mi amigo Cabeza de Vaca, bienvenido a Nuevo León”, comenzó Samuel García. “Vecino, quiero darte las gracias a nombre de los 40 mil vacunados por todo el despliegue que Fuerza Tamaulipas y Guardia Nacional dieron para cuidar a los nuevoleoneses que se fueron a vacunar”.

Desde su asiento, con mirada feliz, García Cabeza de Vaca disfrutaba cada palabra dedicada en su honor.

“Ese gesto no se olvida”, continuó el nuevoleonés. “Y me tienes aquí, a tus órdenes. ¡Muchas gracias!”.

Amigo, vecino, a tus órdenes, el Ejecutivo de Nuevo León, uno de los estados más prósperos del país, expresaba sin atenuantes sus simpatías al mandatario de Tamaulipas. Todos lo escucharon.

El equipo de García Cabeza de Vaca se movilizó de inmediato para aprovechar la ocasión. Etiquetaron la fotografía de su jefe, ceñido en un abrazo con el hombre fuerte de Nuevo León, y lo subieron a las redes sociales. Mensaje tácito: Samuel García, aliado del gobernador de Tamaulipas.

Luego, perpetuaron otro abrazo acontecido en esa misma ceremonia: García Cabeza de Vaca se fundía con Olga Sánchez Cordero, líder del Senado y exsecretaria de gobernación. Se veían tan emocionados el uno con el otro que más parecía el reencuentro de un hijo con su madre. De nuevo, lanzaron la fotografía al ciberespacio y dieron a entender que el tamaulipeco estaba en el afecto de los morenistas.

Ambos episodios ocurrieron bajo la falsa creencia de que una imagen dice más que mil palabras.

DESPERTAR A LA REALIDAD

Al siguiente día, apagadas las luces del Teatro de la Ciudad, retirado el festín, el gobernador Samuel García Sepúlveda dirigió un mensaje de repercusiones políticas muy diferente a lo que insinuaban las imágenes publicadas por García Cabeza de Vaca. Sí, Nuevo León tenía una alianza, pero no con el gobierno de Tamaulipas, perseguido por corrupción y malos manejos, sino con el Presidente de la República, antagonista del reynosense.

“El País está dividido”, dijo García, de camino al Palacio de Gobierno, “Ya no quiere pleitos, quiere replanteamiento, y yo le ofrecí al Presidente, vía Tatiana Clouthier (Secretaria de Economía), un nuevo comienzo con Nuevo León, donde nos ayuden con dinero, con la seguridad, con el agua y con el medio ambiente”.

¿Era la intención del gobernador de Tamaulipas relanzar el bloque antilópezobrador denominado Alianza Federalista? ¿Creería tener de su lado a Samuel García por la vecindad de los estados, por haberlo apoyado en la custodia del personal nuevoleonés que viajó por carreteras tamaulipecas? Ese parece haber sido su propósito, pero fracasó. De dicho bloque, Samuel guarda una pésima opinión.

“(Se necesita) una relación con el Presidente… Todos vimos que esa Alianza Federalista no funcionó, porque iban al pleito”, afirmó. Ante la insistencia de los periodistas, dejó entrever que esa agrupación podría continuar, pero con una condición: sin hacer pleitos.

Cuando se examinan los comunicados firmados por los gobernadores originales de la Alianza Federalista, resulta evidente que buscaban pleito con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que desacreditaban todas sus acciones, que le negaban mérito. Dos de los críticos más tenaces fueron, precisamente, Francisco García Cabeza de Vaca y Jaime Rodríguez “El Bronco”, ahora ex gobernador de Nuevo León.

No; una fotografía no es espejo de la realidad, ni una imagen dice más que mil palabras cuando se trata del Gobernador de Tamaulipas.

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