Política

Tamaulipas se calienta

Salvador García Soto 30/09/2021 04:00 am


En esta ocasión no hablamos del narcotráfico ni del calentamiento de las llamadas “plazas” del narcotráfico que son varias en Tamaulipas, sino de la temperatura política en ese estado. Y es que, a unas horas de que tomen protesta los diputados de la 65 Legislatura del Congreso Local, con mayoría de Morena y el PT, crece la incertidumbre sobre el futuro del gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, cuya única protección contra las órdenes de aprehensión que le giró la Fiscalía General de la República, es la votación mayoritaria del Congreso local que desconoció el desafuero de la Cámara de Diputados, algo que podría revertirse con una votación de la nueva mayoría morenista.

Podría decirse que es cuestión de tiempo y de trámites parlamentarios, para que los diputados de Morena y el PT que controlarán el Congreso local a partir de este viernes 1 de octubre, echen para atrás los decretos y reformas aprobadas por la saliente mayoría del PAN y declaren procedente el desafuero del Gobernador, para que pueda ser procesado penalmente por la Fiscalía General de la República.

Y mientras el futuro de Cabeza de Vaca se complica, la sucesión por la gubernatura también aumenta de intensidad. El nombramiento de Rodolfo González Valderrama como delegado estatal de Programas de Desarrollo del Gobierno federal, a partir de este 1 de octubre, sacudió a la política local y puso nerviosos a más de uno de los aspirantes quienes comenzaron a ver, además, encuestas en las que se posiciona a aspirantes como el senador Américo Villarreal, mientras se ubica a otros precandidatos, como el propio González Valderrama, en últimos lugares.

Para nadie es secreto que las delegaciones estatales de los programas federales han sido uno de los semilleros para sacar candidatos de Morena y varios de los que hoy son gobernadores electos salieron de esas posiciones.

En el gobierno de Cabeza de Vaca prendieron los “focos rojos” con la llegada de González Valderrama, a quien ubican como uno de los hombres más cercanos a Ricardo Monreal, líder del Senado y archienemigo político del mandatario panista. Sólo que a este puesto, el hasta ahora funcionario de la Segob no llega nombrado ni recomendado por Monreal, sino por decisión de Palacio Nacional.

Y es que entre los estados que van a renovar su gubernatura en 2022, el caso de Tamaulipas merece especial atención en el Gobierno federal. La sucesión tamaulipeca es vista como un tema de seguridad nacional por las áreas de seguridad federales, en donde saben que la problemática de esta entidad fronteriza, relacionada con el narcotráfico y con el control de las principales aduanas del país, es un tema que merece un seguimiento particular en su próximo proceso electoral.

Por eso la sucesión en Tamaulipas y las definiciones de candidaturas de Morena no se definirán necesariamente por las dinámicas locales y quizás ni siquiera en la dirigencia del partido, sino directamente en Palacio Nacional.

Será hasta 2022 cuando se defina al morenista que busque gobernar Tamaulipas y arrebatarle ese estado al PAN y al grupo de Cabeza de Vaca que, con todo y su futuro incierto, sigue operando para tratar de no perder el poder, aun cuando saben que el avance de Morena será decisivo en los próximos comicios.

Y mientras los aspirantes de la 4T empiezan a moverse y a golpearse unos a otros, hablando de apellidos, herencias de sangre y desarraigos locales, un alto funcionario que hoy despacha en el Palacio Nacional alguna vez comentó sobre los candidatos que tienen poco arraigo en ese estado norteño: “Los políticos con demasiado arraigo en Tamaulipas, terminan luego arraigados, pero judicialmente”. Y quien no lo crea que se lo pregunten a Tomás Yarrington, a Eugenio Hernández y tal vez muy pronto a Francisco García Cabeza de Vaca… Los dados mandan Capicúa. Falló el tiro.

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