Política

PAN; De la gloria al desastre

Por :Mauricio Fernández Díaz

Ya es realidad: Morena gobierna a la mayoría de los tamaulipecos

Ciudad Victoria.- Los estrategas de Acción Nacional todavía buscan la manera de retener el poder en la próxima elección estatal cuando ya lo perdieron en los hechos: este día comienza a gobernar Morena en seis de las principales ciudades de Tamaulipas, las de mayor población y mayor desarrollo económico. El cambio de mando se ha consumado.

Qué lejanos parecen los días, tanto que ni se recuerdan o parecen un sueño, cuando el PAN gobernaba 31 de los 43 municipios de la entidad, y ganaba 21 de 22 distritos en la elección de diputados locales. Parecen lejanos, pero no lo son: el primero ocurría en 2018, y el segundo en 2019.

Mejor lección de política no podrá encontrar ningún aprendiz o estudioso de la fragilidad del poder y la aprobación social. La confianza ciudadana, la lealtad de los seguidores, el atractivo electoral, se pierden. De la gloria al desastre no hace falta una maldición ni una injusticia. El único responsable es el gobernante: son sus errores los que abren la puerta al adversario para que tome su lugar.

Y los de Francisco García Cabeza de Vaca y su partido han sido aprovechados por Morena en la elección del 6 de junio. Llegan a las presidencias municipales Carmen Lilia Canturrosas Villarreal en Nuevo Laredo, Nataly García Díaz en Díaz Ordaz, Carlos Peña Ortiz en Reynosa, Héctor Villegas González en Río Bravo, Mario López Hernández, ‘La Borrega’, en Matamoros, Luis Antonio Medina Jasso en Soto la Marina, Eduardo Gattás Báez en Ciudad Victoria, Armando Martínez Martínez en Altamira, y Adrián Oseguera Kernion en Ciudad Madero.

Quizás Acción Nacional se atreva a decir: “Pero yo gobierno 29 de los 43 municipios del estado. Tengo la mayor parte”. En realidad, se trata de un espejismo que se aclara con algunos datos. En los municipios gobernados por Morena, la población asciende a 1 millón 609 mil habitantes, el 74 por ciento de la población estatal. Al resto de los partidos le corresponde el 26 por ciento. Es decir, el PAN administrará más localidades, pero muchas son de 35 mil habitantes o menos. Esta es la nueva realidad: la Cuarta Transformación representa ya a un mayor número de tamaulipecos que cualquier otro instituto. Se ha adueñado de los principales centros urbanos y por eso gobierna a la mayoría. Le bastan 10 ciudades para conquistar al estado.

Este resultado ha destruido el mito del bipartidismo PRI-PAN en Tamaulipas, según el cual los electores solo piensan en estas limitadas opciones al momento de votar. Si la fórmula hubiera sido infalible, el Revolucionario Institucional habría obtenido dichas plazas, pero la gente lo ignoró. Está claro que atraviesa por su peor época, que su crisis política, económica y social se refleja en las urnas, y que cada vez se distancia más de los ciudadanos y de los mismos seguidores que confiaron en él.

En la misma proporción, Morena es el partido de más rápido crecimiento en el estado. En 2018, el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador obtuvo 338 mil 723 sufragios. Llegó después a los comicios de 2019, organizados para integrar el Congreso Local, y su votación cayó a 239 mil 442. Este tropiezo se debió fundamentalmente a los bajos perfiles de los candidatos que presentó. Pero en 2021 emergió con fuerza renovada y sumó 524 mil 221 votos para erigirse en la primera fuerza política en Tamaulipas, relegando al PAN al segundo puesto, y al PRI, al tercero.

Movimiento de Regeneración Nacional ya ondea su bandera en las ciudades de Nuevo Laredo, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Matamoros, Soto la Marina, Valle Hermoso, Ciudad Victoria, Altamira y Ciudad Madero.

¿Qué podemos esperar para estas ciudades en los próximos años? Los relatos del futuro suelen ser meros juegos de la imaginación, pero hay algunos elementos para anticiparse a los hechos de modo realista, que aquí se exponen. Estos alcaldes contarán con un escenario favorable para la gestión de sus proyectos de gobierno: primero, el presidente Andrés Manuel López Obrador es un aliado natural; segundo, Erasmo González Robledo, presidente de la Comisión de Presupuestos de la Cámara de Diputados, juega también a su favor; y tercero, Armando Zertuche, líder del grupo parlamentario de Morena y virtual presidente del Congreso Local, está de su lado. En suma, el Poder Ejecutivo Federal, el Poder Legislativo Federal y el Poder Legislativo local tiran hacia el mismo lado que los ediles entrantes. No necesitan, pues, hacer nada extraordinario ni inusual para cumplir sus metas. Es cuestión de mover las fichas del tablero que la suerte puso en sus manos.

Además, el bono de confianza de los ciudadanos se extiende un año más después de la elección, y contarán con un ambiente manejable para arrancar. Así, con el apoyo federal y estatal, y no precisamente de la administración de Francisco García Cabeza de Vaca, los alcaldes morenistas pueden iniciar con el pie derecho y consumar su proyecto en 2023 y 2024.

Pero antes hay una cita próxima con la historia: la elección de gobernador en 2022. Ellos tendrán un papel decisivo en la percepción favorable a la Cuarta Transformación durante la campaña, y podrán impulsar la locomotora morenista hacia la victoria. Ya no son simpatizantes o miembros pasivos en el movimiento: ahora son líderes, cabezas de grupo, voces de mando, y sus buenas decisiones al frente de los municipios beneficiarán a los tamaulipecos, a ellos y al partido.

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