¡HECHOS, NO PALABRAS!
POR: BRENDA RAMOS
El día de ayer fue la toma de protesta del presidente electo de Rio Bravo, Héctor Villegas “El Calabazo”, y fue ¡Todo un éxito! pero solo para los asistentes, porque el pueblo no se tomó nada bien que hubiera fiesta mientras la ciudad se cae a pedazos.
Quienes estuvieron presentes consideraron el inicio de la administración como un “triunfo y buen augurio”, esto debió a la buena asistencia primeramente de figuras importantes en su partido MORENA, ya que se dejaron ver desde Senadores hasta un buen número de diputados y alcaldes, también resaltó el hecho de que la CANACO o Salón Presidente contó con la presencia de comerciantes, agricultores, comunicadores y ciudadanos de diversos oficios, con los que el Calabazo, cabildo y familiares compartieron el pan y el agua en una emotiva ceremonia, en la cual los sentimientos de los nuevos integrantes del ayuntamiento y DIF se encontraban a flor de piel, y en un momento de sensibilidad, el orador (Calabazo) se quebró al recordar la memoria de sus padres.
Pero dicha victoria solo la disfrutaron los anfitriones, pues mientras ellos gozaban de tan agradable momento, los ciudadanos circulaban en las calles llenas de basura, de baches y sin alumbrado público, a fin de vivir su día a día tratando de salir adelante, pues ellos fueron olvidados hace mucho tiempo ya por las autoridades locales salientes encabezadas por Carlos Ulivarri, por lo que para ellos este festejo no significó lo mismo que para los asistentes.
Para los riobravences la congregación de todas las importantes figuras políticas que desfilaron en dicha reunión no tiene importancia, a ellos no les sirve de nada que venga un Senador, diputados, alcaldes y todo un ejército de políticos si tienen los botes de basura a reventar, el carro descompuesto por caer en un pozo o peor aún a un familiar en cama por pandemia u otra enfermedad, eso sin contar el tema de la seguridad.
La mayoría de los ciudadanos sufrieron las consecuencias de la pésima administración saliente. Este resentimiento hace que, consideren una burla que haya fiesta mientras la ciudad está hecha un desastre, provocando la molestia por el evento sin siquiera haberles dado la oportunidad de empezar a trabajar.
El éxito para los pobladores llegará cuando el alcalde entre en funciones y cumpla lo que ha prometido, pues están hartos de que llegue uno tras otro con el mismo discurso de que trabajará y al final de su mandato la ciudad quede peor, pero él y su familia se van con los bolsillos llenos a disfrutar del botín al Valle de Tx.
Ulivarri y compañía acabaron con la paciencia de todos en la ciudad, dejando al pueblo a la expectativa de cualquier error que pueda cometer la nueva administración para írseles encima y apagar la carrera en ascenso del funcionario, no por que deseen que haga mal su trabajo sino porque no soportarán más de lo mismo.
Así que se esperan ¡Hechos no palabras! De la administración entrante encabezada por Héctor Villegas, quien se encuentra frente a una tarea titánica, pues la ciudad está peor que nunca y los pobladores andan bien bravos.