Con la esperanza de tener una buena captura, salen de Tampico 182 embarcaciones camaroneras
Desde hace 30 años doña Delia acudió a despedir a su esposo Marco Antonio Guerrero, quien a bordo del embarcación La Esperanza VI, este día partió para Altamar a la captura del camarón, luego de que se levantó la veda.
Acompañada de sus hijos y nietos aseguró que hoy más que nunca es peligroso el trabajo que desempeñan, porque salen en plena temporada de ciclones.
Dijo que hasta el momento la fortuna ha estado de su lado y que su esposo siempre regresa a casa, luego de permanecer hasta un mes en el mar.
“Es desesperante, porque como puedo regresar, como que no, es un trabajo riesgoso, a veces me lo han bajado enfermo en Matamoros y pues a conseguir dinero para ir hasta allá, es muy desesperante”.
Dijo que hoy en día tienen la fortuna de contar con el teléfono celular, que les permite mantener contacto con ellos todos los días, pero que hace varios años atrás, tenían que ir a las compañías a pedir información, ya que tardaban hasta tres meses en el mar.
Señaló que vivir de este oficio se vuelve cada vez más complicado, ya que los pescadores no cuentan con ningún apoyo de la Federación y tampoco los armadores.
La señora Delia recordó que cuando se abrió el registro para Bien Pesca sus esposos estaban en el mar, por lo que no pudieron apuntarse y quedaron fuera porque los Servidores de la Nación metieron gente que se dedicaba a otras actividades que nada tenían que ver con la pesca.
“Es muy difícil, no perciben ninguna ayuda de nadie, más que lo que les dan por semana los armadores, un préstamos de dos mil pesos, con eso no se pude hacer nada, ya cuando regresen se les descuenta todo”.
Y así viendo pasar las embarcaciones Don quintín, Necio, el Márquez XXX, Consuelo Yadira Ruso Vip, entre otros Delia espero paciente a que pasara el barco donde viajaba su esposo, quien se desempeña como segundo patrón, quienes al ver a sus familias, comenzaron a sonar la sirena como despedida, con la esperanza de regresar pronto.