Un mapache capacita a los diputados de morena.
Por Oscar Díaz Salazar
Luego de varios intentos fallidos de reunir a los diputados electos de morena, lograron celebrar una reunión con el quórum respectivo. Trece de los integrantes del grupo que en su totalidad andará alrededor de los veinte o veintiuno, o máximo 22 que permite la ley, se reunieron en Ciudad Madero, atendiendo la convocatoria de ¿Adrian Oseguera? ¿Erasmo González? O quizás Bertha Luján, la Presidenta del Consejo Nacional de morena, que con su presencia le quitó (o le disfrazó) el sesgo grupal, que más de uno vio en este cónclave de legisladores en ciernes.
El encuentro de quienes serán miembros de la fracción parlamentaria de morena de la próxima legislatura, conveniente y necesario para llegar unidos y fortalecidos al Congreso del Estado, se ha diferido y dificultado en razón de factores, intereses y apetitos que son ajenos a la labor que muy pronto tendrán que desempeñar los diputados y diputadas que van a inaugurar una nueva época en la política de Tamaulipas, en la que por primera ocasión habrá división de poderes y se dará fin al predominio del poder ejecutivo.
Varios intentos de reunirse han sido abortados, pospuestos, cancelados, diferidos o boicoteados. La invitación a un rancho cercano a la capital del Estado, no llegó a concretarse porque el senador Américo Villarreal no quiere que los nuevos actores políticos se reúnan y tomen acuerdos. A la de Ciudad Madero inasistieron media docena de diputados electos, porque no quieren engordar el caldo a los primores del sur, Erasmo y Oseguera. Durante la plenaria convocada por el Comité Ejecutivo Nacional, el senador Villarreal Anaya ofreció hospedaje, alimentos y una cena para congraciarse con los legisladores locales de Tamaulipas. Unos se dejaron querer, otros tomaron lo que les ofrecían, pero sin hacer compromiso y otros, los más correteados, prefirieron declinar la invitación del médico Villarreal Anaya.
Con todos los asegunes, que son muchos, se cumplió el objetivo de reunir a la mayoría de los diputados electos. Hasta ahí está bien. Lo que dista mucho de verse y de estar bien es la invitación al mapache tricolor Héctor Neftali Villegas Gamundi, primo del Negro Gamundi, a «capacitar» a los futuros diputados de la «Cuarta Transformación». Con el antecedente de comandar la mapachada tricolor, en su calidad de Secretario de Elecciones del Comité Directivo Estatal del PRI, y de ser el representante del PRI en el Consejo Estatal Electoral en la época del predominio tricolor (PRIETAM), el señor Villegas Gamundi fue «contratado» por la secretaria general de Morena en Tamaulipas para impartir una capacitación a los diputados electos. La señora que funge como secretaria general del partido aceptó cargar con el costo político de una desición que evidentemente fue tomada por otros, Adrián Oseguera o Erasmo González.
Detrás de esta pésima decisión, que ofende a los militantes y simpatizantes de morena, y que retrata la novatez (por no escribir algo más grosero) del auditorio compuesto por diputados, que escucharon atentos al ponente, sin expresar la menor queja, está la intención de mostrar a un personaje al que pretenden incrustar en los espacios administrativos del Congreso local. La maniobra tiene dos etapas, la primera, que les salió a la perfección, pues no hubo quien se mostrará ofendido por la invitación al mapache priista para dar cátedra a los neófitos de morena, esta etapa consiste precisamente en mostrarles la carta para que constaten la valía del personaje y llegado el momento sea aceptado como Secretario general del Congreso, Auditor superior, Director del Instituto de Investigaciones Parlamentarias, Coordinador de asesores o un espacio que le permita manejar el Congreso, a conveniencia de la dupla Erasmo – Oseguera.