Política

MORENA Tamaulipas: con un ojo al gato y otro al garabato

José Ángel Solorio Martínez

¿Gobernarán con acierto los alcaldes tamaulipecos de MORENA?
Sólo dos, están fuera de duda: el alcalde de ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernión y el jefe edilicio de Matamoros, Mario López. El primero, ha sido varias veces evaluado como el mejor alcalde de México y también como el mejor presidente municipal de los militantes y aliados de MORENA que gobiernan en el país. El segundo, se reeligió y dio una paliza a sus opositores rebasando los 100 mil votos en una ciudad de altas complejidades y cerradas competencias.
Es decir: de los siete Ayuntamientos -de importancia- que gobiernan los guindos en la entidad -Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Matamoros, Victoria, Altamira y Madero- sólo dos ofrecen certezas de que gobernarán con eficiencia y tientos políticos.
Los restantes cinco, son un enigma.
Tres despuntan, con potencial para ser gobiernos respetables: Altamira, Río Bravo y la capital Victoria.
En la tierra de Cuco Sánchez, Armando Martínez, es un consistente militante de la Izquierda sureña: se mantuvo firme en las filas del modernismo a pesar de dos descalabros electorales; resistió y consolidó un triunfo que tardó más de un sexenio; nunca se rindió. Al menos en una ocasión le robaron la elección; luchó, hasta el fin ante las autoridades electorales y movilizó al pueblo en defensa de su triunfo: no pudo contra los tentáculos de la mafia del poder. (Las autoridades electorales, se hicieron como el Tío Lolo y dieron el gane al PAN). Ha sido diputado local y ha laborado en varias administraciones municipales; es decir: tiene experiencia en la administración pública.
En la sede de los Poderes del estado, Lalo Gattás, promete ser un buen alcalde. Miembro de MORENA desde hace casi un lustro, y dos veces candidato por ese partido, mostró empaque en las competencias electorales. Aparte: llevó la gigantesca ventaja de suceder en el cargo al peor alcalde en toda la historia de la capital; o sea: obligadamente, el trabajo de Gattás, lucirá. Aún y cuando sea modesto o discreto.
En Río Bravo, el Calabazo Villegas, asumió el papel de alcalde desde que el IEETAM le entregó su Acta de Mayoría. Ya resuelve problemas en diversas colonias de la ciudad. Es quizá el alcalde electo que trae mas actividad en todo el estado. (Oseguera y la Borrega, no entran en ese costal porque fueron reelectos y regresaron a trabajar como alcaldes). Limpia escuelas, tapa baches, entrega agua potable y apoya a jóvenes estudiantes, lo que le ha permitido ensanchar sus consensos. Se agranda su labor, por el mal gobierno ejercido por el panista Carlos Ulibarri.
Las sospechas empiezan en dos micro-regiones, de vital importancia para el 2022: Nuevo Laredo y Reynosa. La primer ciudad, con más de 400 mil electores; la segunda, con más de 500 mil votantes.
Carmen Lilia Cantú Rosas, se ve tierna para imprimir gobernabilidad democrática al municipio. A ello suma, ser morenista de última hora. (Fue priiista, panista y ahora morenista). Se percibe como una alcaldesa distante de los principios de la IV T; ahí, está el detalle: es una dama pragmática, cuyo comportamiento político futuro siempre será incierto. En síntesis: no es de fiar, para ningún proyecto político. Habría que añadir: se está rodeando de asesores de lo peor en la ciudad; sobre todo, de ex perredistas.
El Makyito Peña, es un chico con grandes debilidades. Prefiere el mundo frívolo y superficial de los negocios y las amistades, que el sufrido universo de la política: hoy mismo, anda de vacaciones en Europa de la mano de sus amiguitos, cuando debiera estar presente en los actos de MORENA en donde se están definiendo muchos de los escenarios futuros del lopezobradorismo en Tamaulipas.
¿Alguien puede confiar en la Makyavélica?
Ya hay muy pocos, que pueden meter las manos al fuego por ella.
¿Habrá algún ingenuo que confíe en el Makyito?
No se ve por ningún lado, actor político serio, que pueda darle un voto de confianza al chico. (Excepto, claro: aquellos que serán beneficiados por su nómina).
Los precandidatos de MORENA para el 2022, deberán pasar por estos dos territorios, con un ojo al gato y otro al garabato…

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