La ciudad que se cae a pedazos
Durante y después de cada lluvia los neolaredenses están siempre a la expectativa de que surjan nuevos socavones y la memorable precipitación del jueves al sur de la ciudad, sin duda dejó sus secuelas.
Para empezar los encharcamientos que se generaron en minutos, pero en la intersección de Reynosa y Anáhuac, ayer hubo una demostración adicional de cómo se está cayendo a pedazos la ciudad.
Literalmente se cayó un gran pedazo de estacionamiento de un Oxxo, cercano a la obra, para colmo estos pesados escombros colapsaron sobre una tubería y dejaron sin agua a todas las colonias de los alrededores, justo en la “caniculita”.
La Anáhuac ha sido por años un foco rojo en materia de socavones, pues sin contar el de la carretera Aeropuerto y de la la calle González a la altura de la América, la primera que mencionamos ha tenido los más drásticos pozos, incluso los que más han tardado en reparar, pues es la misma calle que se tragó un carro en la intersección con Río Pánuco y una unidad de maquinaria pesada en el crucero con Leandro Valle, en el que incluso cayó la unidad que fue a rescatar a este último y tuvo que acudir una tercera unidad a sacar a los dos anteriores.