Política

Gilberto Estrella: protector de pandilleros

Por Oscar Díaz Salazar

Un lujoso hotel «de cadena internacional», ubicado en la avenida «Eugenio Garza Sada» de la ciudad de Monterrey, fue el escenario de un abuso, -uno más-, de los júniors de Reynosa que llevan cinco años haciendo desmanes, al amparo del poder político de sus protectores encumbrados en el gobierno de Tamaulipas.

En ese hotel se hospedaron varias decenas de parejas y familias reynosenses, que acudieron a la capital neolonesa para asistir a la fiesta nupcial de un joven de Reynosa. Los organizadores de la boda dispusieron de un transporte colectivo (autobús) para el traslado de sus invitados al sitio del festejo, ubicado a pocos kilómetros de la mancha urbana.

Al concluir la fiesta, ya de regreso al hotel donde pernoctarían, con los ánimos exhaltados y bajo los efectos del alcohol, la discusión que sostenían unos jóvenes subió de tono y se pasó a los jaloneos y golpes. Con la confianza de saber que todos eran amigos, conocidos o ex compañeros de escuela, un joven intervino con la intención de evitar que el pleito se generalizara y que se desbordara la violencia física.

El joven que intentó separar a los rijosos y que quiso calmar los ánimos, tuvo la mala suerte de captar la atención de un sujeto abusivo, que lo derribó de un puñetazo y al que se unieron otros tres energúmenos para patearlo y golpearlo en forma salvaje.

Los familiares del joven golpeado se enteraron que no es la primera vez que ese fulano, yerno del secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del gobierno de Tamaulipas, Gilberto Estrella, actúa de esa manera, que existen antecedentes de riñas similares, en las que en forma tumultuaria (en montón), cobarde y abusiva, esos cuatro júniors golpean a sus víctimas.

Regresando con la historia del pleito en Monterrey, les comento que la joven esposa del muchacho que fue derribado y pateado en el suelo, intervino para detener la agresión y reclamar el proceder de los «pandilleros», y lo que consiguió fue que también la derribaran de un golpe, que le dio el yerno de Gilberto Estrella, quien además de montonero, se reveló cómo un cobarde golpeador de mujeres.

Después de esa agresión a la joven esposa del muchacho víctima de los montoneros, se presentó un pleito entre las mujeres acompañantes de los varones que iniciaron la riña, sacando la peor parte las compañeras de los «pandilleros», que no contaban con la destreza y bravura de la señora esposa del primer agredido, que vapuleó al familiar (hija) de Estrella.

Los abusivos júniors que agredieron a la pareja, no esperaban encontrarse con unos rivales que también las pueden, que se la rifan para los golpes, que también tienen relaciones políticas, que tienen quien los proteja entre los poderes fácticos, que tienen amistades en el mundo de la justicia… Y que además, son ciudadanos americanos.

De entrada, los agredidos están valorando la conveniencia de acusarlos formalmente en Estados Unidos, lugar en el que también residen, en calidad de pasaporteados, los agresores.

De la opción de aplicar la Ley del Talión, que podrían encargar a primos, tíos y suegros, familiarizados con estos temas, prefieren no hacer comentarios.

El malestar es mayúsculo en la familia del joven agredido. Mientras que en el círculo familiar y afectivo de los pandilleros, esperan que sigan funcionando sus palancas y que éste sea un caso más de la impunidad que gozan desde que Gilberto Estrella ingresó al gobierno.

Notas relacionadas

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba