OPTIMUS
Por: Jorge A. Pérez González
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Domingo 15 de agosto 2021
Dicen y dicen bien, que para barrer las escaleras es necesario comenzar de arriba, para después continuar con calma hasta llegar al último escalón, esta acción sin duda permite lograr con éxito el propósito inicial.
No dudo en absoluto que exista quien no comparta esta tesis, pues en un país democrático todos cabemos, la pluralidad permite que aún aquellos que no están preparados para ejercer un cargo, lo asuman, de esto, toda la sociedad es testigo.
Sin embargo pocas oportunidades tenemos de regocijarnos con alguna barbaridad oficial, salvo en los viajes presidenciales al extranjero, por ello resulta muy comentable el hecho de que la PGR haya decidido obrar en consecuencia por la denuncia sobre los desaparecidos políticos de los años 70s.
A este respecto quiero ser muy contundente, no es lo mismo escribir “babosadas”, que escribir sobre “babosadas”, hace 20 años ya, el Presidente de la Republica Vicente Fox arremetió contra la prensa escrita con epítetos tan contundentes como ese.
“En los medios hay muchas mentiras, calumnia y engaño.” Dijo, para después agregar: “Ni se crea que me van a tumbar con críticas”.
Hoy critican las mañaneras, pero en aquel entonces existió un programa radial denominado “Fox Contigo”, desde donde se atrevió a hacer uso de su libertad de expresión para sentenciar con contundencia que los periodistas hablábamos de puras babosadas.
Ya con la referencia histórica, me remito a los hechos; en aquel entonces la Procuraduría General de la República citó a declarar ante el Ministerio Público a 27 detenidos-desaparecidos, esto en consecuencia a una denuncia de hechos presentada el 28 de agosto del 2001, promovida por enésima ocasión por Rosario Ibarra de Piedra, en la que hizo referencia a algunas víctimas del delito de desaparición forzada, entre ellas la de su propio hijo.
Seis de estos citatorios fueron entregados en el propio domicilio de Doña Rosario, y prefiero no pensar en lo que ella pensó al recibirlos, pues fueron deslizados por debajo de la puerta sin esperar siquiera la necesaria firma de recibido.
En papel membretado y firmado por el agente del MP Jaime Hernández, los oficios solicitan a los desaparecidos “se sirvan comparecer ante el suscrito”, esto demuestra el interés de la Dirección General del Ministerio Público por que aparezcan los desaparecidos.
Sin embargo no todo es miel sobre hojuelas, pues el citatorio advierte que “en caso de no comparecer se le aplicará una medida de apremio”, yo me pregunto, porque siempre me pregunto, ¿Por qué a la señora Ibarra de Piedra no se le ocurrió amenazar a su hijo con algún castigo ejemplar, en el supuesto caso de que algún día, se le ocurriera desaparecer?
El ministerio público no fue tan condescendiente con sus hijos, perdón con sus citados, pues enlistaba las medidas de apremio; “I. Multa de uno a treinta días de salario mínimo.” “II Auxilio de la fuerza pública.” “III. Arresto hasta de treinta y seis horas.” No sé cuál de los tres pidan los familiares de los desaparecidos, pero me supongo que optarán por el número III, esto en el supuesto de que los dejen escoger.
El escándalo por el dislate alcanzó proporciones enormes, a tal grado de que hubo necesidad de explicaciones que no solo salieron de la oficina del Procurador, pues fue necesaria una versión desde Bucareli, para explicar que simplemente se trató de un error técnico.
Yo los comprendo a todos, al mensajero, al agente del MP, al Secretario, al Procurador, vamos hasta al Presidente, pues él pensaba que las escaleras se podían barrer de abajo hacia arriba, y si así piensan todos, pues imagine usted las reacciones de la prensa ante las BABOSADAS DE FOX.
Jorge Alberto Pérez González
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