Laura finalmente había conseguido un empleo, se presentaría el lunes a trabajar, pero ayer un incendio le arrebató todas sus pertenencias, quedándole apenas la ropa que traía puesta, pero no los zapatos.
A unos metros de su domicilio, Laura veía con tristeza cómo el fuego había reducido a cenizas lo que con esfuerzo había levantado, su pequeño hogar, una casa de madera, donde contaba con lo indispensable para vivir, pero todo fue consumido por el feroz incendio.
“Salí de mi casa hacia la de mi mamá para lavar una ropa y cuando regresé, la casa estaba llena de humo, traté de apagarla con tierra, pero ya no podía ver nada y comencé a toser, entonces de pronto todo estaba incendiándose”, contó Laura Cázares.
En un abrir y cerrar de ojos la mujer se quedó sin nada, el incendio provocado por un cortocircuito la dejó con las manos vacías.
DESDE CERO
Por ahora tendrá dónde pasar la noche, pero deberá enfocarse para comenzar desde cero.
“Todo se me quemó, mi aire (acondicionado), mi cama, mi ropa, zapatos, papeles y teléfono. No quedó nada”, repetía una y otra vez mientras observaba a los bomberos apagar el fuego.
Laura reconoció que hubo un momento en que vio que de los cables salían unas chispas, siendo esto lo que pudo provocar el inicio del incendio que consumió la humilde morada
IBA POR MÁS
El fuego se había extendido hacia el zacatal, por lo que los bomberos rodearon el área y con sus mangueras lanzaron agua hacia los alrededores con el fin de evitar que este se siguiera expandiendo.
Se pudo observar que la vivienda era abastecida de energía eléctrica por medio de un cableado que salía de la casa contigua, propiedad de la madre de la tía de Laura, quien temía que el fuego alcanzara su hogar.
