Ayer en un hecho histórico, la SEMAR pidió disculpas a las víctimas de desaparición forzada en Nuevo Laredo; dentro de estos hechos se involucra a Rivas pues fue durante su campaña de reelección en 2018 cuando era el único candidato custodiado por marinos, pero utilizando unidades apócrifas con las que se habrían cometido algunos delitos.
Si bien la Marina dio el primer paso al emitir la disculpa pública, Rivas no acudió al evento, tampoco el alcalde suplente, ni mucho menos hubo algo que remotamente se asemejara a una disculpa.
Hasta la fecha hay un investigación que involucra a Rivas por el cargo de clonación de unidades, que conforma un delito federal al emular unidades oficiales, razón por la que fueron incautadas, peor aún si fueron utilizadas en la probable comisión de delitos como desaparición forzada.
Esto fue mencionado durante el evento en que familiares de las víctimas rindieron su testimonio en el que señalaban al alcalde con licencia.
Desde que el cielo comenzó a oscurecerse, lo primero que invadió a los neolaredenses fue el temor de que se fuera la luz y los otros servicios, algo que al final se cumplió.
Sectores como la Infonavit en el sur o Villas de San Miguel en el extremo poniente fueron los primeros en experimentar los apagones, los encharcamientos no se dejaron esperar y con esto el temor de caer en un bache, pero el miedo real era el de descubrir un nuevo socavón, que en Nuevo Laredo son prácticamente cráteres.
Justamente en esta temporada las lluvias han sido seguidas de un intenso calor, una combinación perfecta para que salgan los baches y socavones, situación que a su vez se ha empatado con la postura del Ayuntamiento de reparar lo menos posible -que ya de por sí era poco lo que hicieron en cinco años-, pues ahora le quieren de plano dejar todo a la siguiente administración.
