En los años 70s hizo lo quiso para controlar la Federación de Estudiantes de Guadalajara.
Extorsión, secuestro, homicidio, vandalismo, guerrilla urbana, todo esta registrado en expedientes. Fue acusado de cinco homicidios pero se cree que cometió muchos más.
Se dice que también secuestró a la vedette Olga Breeskin.
Su nombre fue Carlos Morales García. No se sabe porque le decía El Pelacuas. Los que no lo conocían se lo imaginaban pelón, pero no era así.
Fue acribillado de 13 balazos cuando regresaba del Reclusorio Sur en donde acudió a litigar.
Conducía un automóvil Century Limited negro, último modelo. Iba acompañado por cuatro personas: su secretaria, un guardaespaldas, un socio abogado y su veterinario, ya que tenía como mascota a un jaguar negro.
Frente a la casa de la coleccionista de arte, Dolores Olmedo, El Pelacuas se dio cuenta de que sería atacado. Alcanzó a ver a sus rivales porque les gritó a sus acompañantes: ¡agárrense!
Inició una persecución vehicular. El Pelacuas en su intento de huir chocó el auto contra un poste, luego siguió a pie, pero cuatro hombres que lo perseguía en un automóvil Cutlass o Shadow negro lo acribillaron de 13 balazos.
Tenía 42 años cuando lo asesinaron.
Iniciar una investigación para revelar el nombre de los asesinos ha sido una tarea complicada para la policía por el historial tan negro que tiene.
Oficialmente es responsable de muchos crímenes, pero sólo se le procesó por cinco.
El primero ocurrió a principios de los años 70s y la víctima se llamó Víctor Hernández Ruiz.
Luego, el 14 de febrero de 1973, lo que se le conoce como “La Matanza de San Valentín”, cuando El Pelacuas, junto a tres cómplices, mataron a Guillermo Mora Guerrero, alías “El Gordo”, a José de Jesús López Magaña, a Guillermo Ramírez Rodríguez y a Arturo Cabrera Palos.
Con ellos disputa la dirección de la Federación de Estudiantes de Guadalajara. El día del crimen se iban a reunir para hacer las pases. El Pelacuas tenía 26 años.
También se le acusó del crimen de Héctor Terán Contreras, ocurrido el 8 de mayo de 1974. El motivo fue que Terán Contreras se opuso a que El Pelacuas formara parte de la terna para elegir al nuevo líder de la Federación de Estudiantes de Guadalajara.
Extraoficialmente se le acusa de secuestrar al empresario zapatero Juan José Gómez Galván. Lo secuestró nomás porque despidió a un amigo de El Palacuas.
También se dice que secuestró a Olga Breeskin del centro de espectáculos El Tapatío nomás para verla en persona. En aquella época Olga era la vedette más importante.
Pero en Guadalajara se sabía que El Pelacuas organizó guerrillas urbanas para tener el control de la ciudad y realizar extorsiones, secuestros y tiroteos en zonas habitacionales.
Perdió el control luego de un fallido ataque contra José Manuel Correa Ceceña, quien era el presidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara.
Correa Ceceña acudió a la Ciudad de México para entrevistarse con autoridades federales.
Por fin, el Gobierno Federal actúo y realizó redadas para capturar a El Pelacuas.
El día de su detención se le decomisó armas. También se supo que recibía protección del gobierno de Jalisco.
Miguel Nazar Haro, entonces jefe de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, presentó pruebas de que vigilaban a El Pelacuas, pero nunca lograron consignarlo por algún delito.
Pero preso siguió sus fechorías. Fue encarcelado en la cárcel de Oblatos, Jalisco, en donde organizó varios enfrentamientos entre reos por el control del penal.
En uno de los motines ocurrieron 14 muertes.
Pasó 10 años en prisión, aunque cometió cinco homicidios. En su encierro estudió derecho aunque no hay registro de que realmente haya sido abogado. Sus socios eran quienes acreditaban cédulas profesionales para litigar los casos.
Salió libre en 1984 y abrió un despacho de abogados.
La Policía no sabe quién lo mató. Muchos lo querían muerto y lo lograron.
