Donde todos pensaban que había sido su final, es donde la historia vuelve a comenzar, pues desde la tumba política regresa el tamaulipeco y reynosense Héctor Martín “El Guasón” Garza González.
Después de su pésima actuación cuando buscó ser gobernador de Tamaulipas en 2016 y sólo obtuvo 32 183 votos contra 721 049 del ganador en ese proceso electoral, muchos se preguntaron que paso con el dinero para su campaña, ante raquitimo resultado, a pesar de las varias visitas que realizó AMLO a Tamaulipas para levantarle la mano.
Si bien, todos tienen la oportunidad de aspirar a una candidatura, el ya tuvo su tiempo, ya se midió en las urnas, demostrando un pésimo desempeño y una indigna captación de votos, y si ahora lo comparamos con un Rodolfo González Valderrama, un Alejandro Rojas Díaz Durán o una Guadalupe Cobarrubias, no tiene oportunidad, electoralmente no representa nada para Morena.
Ni siquiera puede ser constante en mantener un puesto como servidor público, esto probablemente debido a que una vez llegado a los cargos, se olvida del apoyo que le brindan sus aliados políticos, de los acuerdos, compromisos o promesas.
El ex perredista que mudó de piel al color guinda de morena no rindió cuentas, ni explicó los motivos del abandono de sus puestos, siendo el último la jefatura administrativa de la secretaría de Gobernación, con tan solo 5 meses de gestión, caso muy similar a cuando salió de la SEP.
Otro escenario planteado es el de utilizar las palabras del presidente quien puntualizó, “no permitiré que se utilice la estructura del gobierno para beneficio de algún aspirante o partido político” como estandarte para pintar su repentina salida del cargo porque va en búsqueda de la gobernatura en vez de enfrentar una pérdida de un puesto más, lo que terminaría de hundir su desempeño como servidor público, pues de carrera como político ya nada le queda.
