El aspirante moreno al que le gustan los huevos tibios
Américo Villarreal y el Truco Verastegui; El pacto de la rendición de Cabeza
Por: Mauricio Fernández Díaz
Estos meses que vienen, antes de diciembre, los tamaulipecos deberemos decidir entre un elegir a un candidato que sería “local” y limpiaría la casa con un pañuelo bordado y otro que llegue sin compromisos y con una potente aspiradora y un ejército de tamaulipecos a escombrar, fumigar y cazar a las ratas que quieren seguir comiéndose nuestro queso.
Américo Villarreal, el Senador tamaulipeco emergido de las filas de MORENA ha iniciado ya su pre campaña para lograr la candidatura de su partido que le permitiría disputar la elección para gobernador del próximo año, fecha en que el cabecismo dejará de destruir al estado con su nefasta y corrupta administración.
Por su parte, el PAN, o más bien su secuestrador Cabeza de Vaca ha puesto bajo escrutinio público a su Secretario General de Gobierno, César Augusto Verástegui Ostos y, por la vía alterna, desmarcándose del sello de los cuernos el tampiqueño Chucho Nader también ha dado a conocer que está dispuesto a entrar a la lucha por la candidatura, una situación atípica dado que normalmente esto debería haber sucedido con el consentimiento del Gobernador desaforado, lo que no se percibe así.
Si la lucha electoral se da entre el Senador Américo y el llamado “Truco” Verástegui, estaríamos confirmando lo que corre ya como un río de opiniones que confluye en la idea de que la entrega de Tamaulipas a MORENA fue pactada, tal y como Egidio Torre negoció con el priismo nacional la plaza a cambio de impunidad y no ser molestado en lo mínimo, ni él ni sus colaboradores, lo que Cabeza de Vaca ha respetado cabalmente.
Y es que Américo es visto en círculos políticos de MORENA como una especie de gobernador bisagra, de transición.
El Dr es conocido por su carácter tranquilo, apacible, afable y conciliador.
Trae consigo los genes priistas de la institucionalidad, entendida ésta como la subordinación a rajatabla a el Gobernador en turno, en este caso Cabeza de Vaca, con quien sostiene una excelente relación, tan buena que ha evitado por todos los medios expresar su posicionamiento en torno al asunto del Gobernador y su desafuero, así como también ha evitado hacer alusión alguna a los inconstitucionales actos cometidos por el legislativo.
Al mantenerse al margen de lo que sucede en agravio de los tamaulipecos, se ha ganado el afecto de los panistas que están en el poder y el desprecio de una sociedad agraviada que ve como Américo se convierte en cómplice de Cabeza de Vaca con su letal -literalmente.- cómplice silencio
Ni una sola palabra sobre los atroces y masivos asesinatos ocurridos en la frontera, mismos que acapararon reflectores internacionales y el mismo Papa salió a expresar su pesar y exigir no quedaran impunes.
Unos políticos consideran su silencio como un acto de prudencia. Alejandro Rojas Díaz Durán lo califica como “Falta de huevos” o sea, de carácter y decisión para defender a Tamaulipas y los tamaulipecos.
Vamos, tuvo que levantar la bandera de la desaparición de poderes la Senadora Guadalupe Covarrubias, una maestra sencilla pero que dio muestras de tener mas valor que el tan nombrado Senador que viene a “Sanar” al estado.
Si Mario Delgado, presidente Nacional de MORENA sigue la misma lógica que utilizó en Reynosa en donde entregó la alcaldía al hijo de la alcaldesa basado en que “Era más conocido” y “Garantizaba el triunfo”, MORENA corre el riesgo de que el próximo gobernador sea un tipo que llegará cuajado de compromisos y no precisamente con los simpatizantes o militantes de MORENA, sino con el PRIAN, que lo apoyarían con tal de que no llegara alguien como Rodolfo González Valderrama y mucho menos Alejandro Rojas Díaz Durán.
O sea, Américo representaría más de lo mismo que hoy tenemos, matizado con la bandera de oposición.
Estos meses que vienen, antes de Diciembre, los tamaulipecos deberemos decidir entre un elegir a un candidato que sería “local” y limpiaría la casa con un pañuelo bordado y otro que llegue sin compromisos y con una potente aspiradora y un ejército de tamaulipecos a escombrar, fumigar y cazar a las ratas que quieren seguir comiéndose nuestro queso.