Y a Rivas… lo hicieron a un lado
En los pasillos políticos ha surgido la historia completa de la humillación que sufrió Rivas esta semana.
Cuenta la leyenda que Rivas fue a Municipio para retomar su puesto como alcalde, pues así lo había anunciado días antes, pero al llegar con Arturo Sanmiguel, éste le pasó el mensaje desde la cúpula estatal: que ya no regresaría al Ayuntamiento.
Obviamente esto lo alteró demasiado y comenzó a llamarle a García Cabeza de Vaca una y otra vez, pero no le contestó, después intentó con su círculo cercano, pero tampoco hubo respuesta.
Para pronto se deja ir a Ciudad Victoria y llega a Casa de Gobierno, pero García Cabeza de Vaca ni siquiera lo recibió; sin más, regresó a Nuevo Laredo en donde no encontró aliados ni en su propio partido en el que todos lo culpan de haber perdido las elecciones de la alcaldía, por el deplorable trabajo que realizó, pues quienes acudieron a castigarlo en las urnas superando los votos comprados, lo hicieron recordando cada bache, calle oscura, cada socavón y en general las condiciones en que dejó la ciudad.
Después de quedar solo y de que ya ni siquiera lo dejaron reintegrarse a su puesto en la alcaldía en los meses que le restaban, lo único que se le ocurrió para tratar de justificar y dignificar que no regresaría al Ayuntamiento, es la excusa de la impugnación, que no cabe, pues otros funcionarios incluso de alcaldía que también impugnaron en estas elecciones, sí regresaron a sus puestos, lo que deja en claro que no hay como tal un impedimento, sólo era una excusa, pues de lo contrario no hubiera dicho una semana antes que regresaba.
En fin, lo hicieron a un lado, aunque no es nuevo, pues si usted que nos lee, observa las últimas conferencias de prensa del PAN, podrá constatar que a Rivas lo ubican siempre en la orilla, incluso en una ocasión que se puso en la penúltima silla, lo hicieron levantarse para poner a alguien más y a él lo mandaron ahora sí al extremo, eso es el claro mensaje de que ya era una “persona non grata”.