Por: Mauricio Fernández Díaz
Los tamaulipecos, en una demostración de fuerza y unidad aplastaron sin misericordia, sin miramientos al Gobernador, a sus empleados del Congreso del Estado donde quedan como minoría y aplastando a un desprestigiado PAN en los principales municipios en que mandaba Cabeza de Vaca al votar masivamente por los candidatos de MORENA. Como cereza del pastel, decidieron darle al partido de López Obrador nada menos 7 de las 9 diputaciones Federales en juego; una paliza que pone al Gobernador con su Cabeza en la guillotina
Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Río Bravo, Soto la Marina, Ciudad Victoria, Altamira, Ciudad Madero y otros más amanecieron este 7 de Junio vestidos de guinda, en tanto el Congreso del Estado cambia su composición al ganar MORENA 22 diputados para obtener una mayoría calificada dejando al PAN como minoría opositora con solo 6 de mayoría y 8 de representación proporcional; 14 en total.
Esta paliza electoral solo se compara a la vivida en el 2016 cuando, igual que ayer, los tamaulipecos mostraron su fuerza al botar al cesto de la basura al PRI y sus secuaces dándole su confianza al PAN encabezado por Cabeza de Vaca quien hoy sufre las consecuencias de sus trapacerías, su soberbia y su desdén por el pueblo que lo llevó al poder, quedando en completo estado de indefensión ante las autoridades que lo reclaman al caer la última línea de defensa que lo protegía: El Congreso del Estado.
Se abre así una nueva etapa, una nueva era para los tamaulipecos que en esta elección histórica apostaron por la 4ta transformación dejando el camino despejado para que, quien sea el abanderado de MORENA a la gubernatura gane sin mayores problemas.
Cabeza de Vaca enfrenta ahora un desolador panorama; Cercado, acorralado por la justicia, pagando amparos para no ser detenido ya no podrá hacer uso del Congreso ni de su cargo como Gobernador para evitar ser aprehendido. La masacre electoral colocó en su verdadera dimensión la debilidad en la que realmente se encontraba quien presumía de ser apoyado por el pueblo exhibiendo su desesperación detrás de marchas forzadas de apoyo. Hoy los tamaulipecos dijeron ¡BASTA! a la corrupción, la mentira, la violencia e intimidación como forma de gobierno y sobre todo, demostraron que han aprendido la lección; El pueblo, unido, jamás será vencido.
Al clan Cabeza de Vaca le llegó su fecha de caducidad; Hoy el pueblo le cobró la factura arrojando a la basura su iluso proyecto de poder llegar a ser presidenciable, obligándolo a car la cara a una realidad que evadió durante corto tiempo y hoy le estalla en la cara: La cárcel lo espera con los barrotes abiertos.
