Pese a un triunfo contundente con una marcada diferencia cercana a los 13 mil votos a favor del candidato de la alianza Morena-PT Adrián Oseguera Kernion, el abanderado panista Jaime Turrubiates Solís, empujado y solapado por el Presidente del CDE Luis «El cacharro» Cantú se ha encaprichado en un reconteo de sufragios tratando sus representantes de sustraer las boletas durante la noche, provocando alboroto entre los ciudadanos.
Ante esta situación que alteró el orden público, fue necesaria la intervención de los elementos de la Guardia Nacional en las inmediaciones del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM).
Pretendiendo violar los estatutos electorales al exigir un conteo total de la votación, al panista se le olvida que para realizar dicha acción, es únicamente cuando la diferencia de la votación es mínima.
Ante estos bochornosos hechos provocados por Jaime Turrubiates, cabe recordar la elección a la alcaldía de Ciudad Madero en el 2007, cuando este panista también provocó disturbios al querer despojar de su triunfo al extinto Sergio Posadas Lara.
Ello, evidencía que Jaime Turrubiates y Luis Cantú solo muestren su verdadero interés, mismo que es ajeno a la bandera de los partidos políticos.
Es una vergüenza que habiendo una diferencia abismal en votación, pretenda cometer fraude electoral y enturbiar por mezquinos intereses el proceso electoral en el cual MORENA ganó limpiamente 7 de los principales municipios, 16 diputaciones locales y 6 federales.
Desesperación ante el derrumbe del poder que ostentaban y miedo por las consecuencias que deberán afrontar cuando se realicen las auditorias correspondientes son las principales motivaciones de este partido político en desgracia.
