Joaquín Olea
Aun no se disipan las nebulosas brumas del pasado 6 de junio y los mexicanos ya andamos –otra vez- sumergidos en el apasionamiento electoral.
En el ámbito nacional, después del doloroso descarrilamiento de la Línea 12 del metro; los magros resultados electorales obtenidos por el partido en el poder en la CdMx; la filtración en el New York Times de los resultados de los peritajes realizados para conocer las causas de dicho accidente que indican fallas de origen y falta de mantenimiento atribuibles directamente a dos favoritos del presidente: Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum la sucesión presidencial se adelantó y amenaza con írsele de las manos al señor Presidente.
Pero ese es tema para otra ocasión.
Los tamaulipecos tenemos algo más próximo, más inmediato: la sucesión para gobernador ya está prácticamente a la vuelta de la esquina.
Por eso en Tamaulipas, ya inicio otro proceso electoral.
Por eso en Tamaulipas ya andan los diversos grupos en ebullición jurando lealtad a alguno de los que pudieran llegar a ser candidatos.
Si partimos del hecho del reciente atropellamiento electoral del Partido Acción Nacional y la inobjetable victoria de Morena en las principales ciudades del estado, la conclusión generalizada es que sin lugar a dudas el siguiente gobernador saldrá con el sello de esa franquicia. Solo un milagro –que no se ve, ni se percibe por ninguna parte, porque ni candidatos tienen- podría hacer que el PAN retuviera el gobierno del estado por otros seis años.
Jugar a las adivinanzas con los precandidatos de Morena es tarea para Mandrake o para el mago Merlín. Entre los impresentables que le tumba el INE, los haraganes que no reportan gastos de campaña y los que compran de último momento las candidaturas es difícil realizar pronósticos.
Nos aventuramos a aventar al ruedo algunos nombres de los que ya andan de boca en boca:
Senador Américo Villarreal Guerra. Destapado adelantadamente por su amigo Mario Delgado, presidente del CEN de Morena, y quien lo mando a realizar una maestría en transas electorales precisamente a Sinaloa, el cuartel general de uno de los grupos que de acuerdo al Jefe del Comando Norte Norteamericano domina el 35 % del territorio mexicano.
Diputado Erasmo González. Priista convencido. Distinguido miembro temporal del ala priista de Morena.
Rodolfo González Valderrama. Actual Director de RTC. Cuenta con el apoyo y el reconocimiento presidencial. Sin embargo su cercanía con Ricardo Monreal pudiera llegar a significar un débito.
Maky Ortiz, actual presidente municipal panista de Reynosa. Neomorenista de conveniencia. Convencida de que a dos reatas no hay toro bravo buscara la candidatura por ambos partidos PAN y MORENA. En la reciente elección demostró su capacidad de arrastre, gana la presidencia municipal para su hijo como candidato de Morena. Con ilimitada capacidad económica y numerosos y poderosos padrinos puede comprar la candidatura al partido que mejor le convenza. Seguramente estará en la pelea.
Last, but not least, Manuel Garza González Jr. Sabemos que discretamente se anda moviendo. Representa a uno de los grandes poderes económicos de México muy cercanos al presidente. Hijo de un popular político tamaulipeco viene limpio, sin cola que pisarle. Pudiera dar la sorpresa. Ser el caballo negro.
Al fin que Morena con cualquier candidato gana.
Ya veremos…
Nos vemos esta tarde 7:30 pm en laizareynanoticias.com
