Difícil recuperar empleos perdidos
Los sectores comercio y de servicios de la entidad recuperarán en este año los 23 mil empleos formales perdidos a causa del Covid-19, siempre y cuando el gobierno federal genere confianza y certidumbre a la inversión privada e incremente el gasto público.
En la primera mitad de este 2021 se han recontratado 15 mil trabajadores, de los cuales la mitad pertenece al comercio, pero es insuficiente para reducir la demanda de la población en edad productiva, manifestó Abraham Padrón Rodríguez, director de la Federación Estatal de Cámaras de Comercio de Tamaulipas.
“Han llegado algunas franquicias para hacer inversiones en la frontera tamaulipeca, pero sectores como la industria de la construcción permanecen colapsadas porque el gobierno federal canceló obras de mantenimiento carretero e impidió la llegada de proyectos de energías limpias, por lo que será muy complicado crecer en empleos nuevos”, expresó.
En el 2019 la entidad incrementó en 23 mil nuevas plazas laborales, cifra similar a la que se perdieron el año pasado, pero hay confianza en que a partir de julio se dinamice la inversión privada en algunos segmentos y haya recuperación de esos empleos, manifestó.
El sector comercio es el que más empleos ha perdido con un total de 23 mil en este año, y fueron restaurantes y hoteles los más afectados, con una reducción de 20 mil.
Hasta hace tres años, la entidad reportaba un crecimiento promedio de 50 mil fuentes de trabajo formales con la expansión industrial, comercial y de servicios, pero en especial por la llegada de proyectos de energía en electricidad y petróleo, sin embargo actualmente es difícil alcanzar esas cifras, apuntó.
El director de Fecanaco Tamaulipas manifestó que hoy el empleo formal en la entidad no enfrenta su mejor momento pues la contingencia por Covid-19 no ha terminado, solo ha sido inmunizado el 33% de los tamaulipecos y la inversión no está fluyendo con la velocidad necesaria para mejorar los indicadores económicos.
La propuesta es que la Federación impulse una política enérgica de reactivamiento, genere un buen ambiente para los negocios y le apueste a la infraestructura productiva en nuestro estado, pues el flujo de recursos federales es escaso o casi nulo, lo que tiene efectos muy negativos en las familias y empresas.
Lamentó la resistencia gubernamental a apostarle al florecimiento de la vida productiva, que mejore el consumo interno, empleo y la recuperación de la capacidad de compra y de calidad de vida de la población.