Un muestra de lo que vive el tamaulipeco
Mario Delgado y sus acompañantes vivieron en carne propia una muestra de la cotidianeidad de muchos tamaulipecos que se ven cara a cara con los grupos delincuenciales derivado de la ingobernabilidad que ha propiciado la administración de García Cabeza de Vaca, quien hasta el último momento se ha enfocado más en la “grilla” que en gobernar.
La seguridad era uno de sus principales ejes rectores cuando hacía campaña, pues había dicho que iba a resolver la inseguridad que imperaba, en tan sólo un año y ocho meses, argumentando que la creación de una policía estatal bien pagada y bien entrenada, vendría a solucionar de una vez por todas.
Y aquí estamos, cinco años, miles de muertos y desaparecidos después, y si le preguntamos a un numeroso grupo de ciudadanos sobre su percepción de seguridad en el último lustro, seguramente le dirán que estamos peor, de hecho el Inegi y otros entes ya han planteado estos cuestionamientos a lo largo de todo este tiempo y los resultados van en ese sentido; en una reprobación que se agudiza cada vez más.
No es coincidencia que también la popularidad de García Cabeza de Vaca haya caído tanto, pues al ciudadano más que importarle lo que se diga o deje de decir de un gobernador, le importa su entorno inmediato, y le podemos asegurar que si ese panorama fuera favorable, incluso la mayoría de los ciudadanos lo defendería de los señalamientos de la Federación, pero como no es el caso, apenas y cuenta con el apoyo de sus subordinados, pues el tamaulipeco común, sin vínculos al gobierno estatal o al panismo, no respalda la figura de García Cabeza de Vaca.
Las estampillas es el tema del momento en Laredo, algunos aseguran haber recibido entre 5 y 11 mil dólares en lo que vendría siendo un equivalente al vale de despensa en el lado americano, pero como nadie suele necesitar tantos miles en alimentos de consumo diario, muchos lo están gastando en carne para asar.
Esto es evidente no sólo porque muchos ciudadanos lo están comentando directamente, sino porque varios supermercados han querido introducir un subliminal en los clientes, al saturar la entrada y varios pasillos de sus tiendas con asadores y otros artículos afines, a precios muy económicos.
No se trata de un comercial, por eso no les hemos dicho las marcas, pero cabe hacer la referencia del particular fenómeno en el que cientos de laredenses se animan a comprar los asadores en oferta y una vez que lo colocan en casa, pues se antoja la carnita asada y como tienen puntos de sobra, pues van y los gastan a granel.
Esto a su vez reduce al menos de forma temporal el cruce de laredenses a surtir la despensa en Nuevo Laredo, pues se estaba haciendo una práctica cada vez más común que quisieran hacer rendir más sus dólares al comprar en el lado mexicano.