Lo que sigue tras la decisión de Morena y sus aliados, de quitar la protección del fuero al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, es una clara y previsible reacción política del PAN.
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¿De qué tipo? Sencillo: El aumento de su activismo y el crecimiento de la intensidad de sus campañas para emparejar, rebasar y consolidar las ventajas que ya traen.
El estado de ánimo de los azules mejoró notablemente al saber que hay una controversia que deberá revisar y definir la Corte, con enormes posibilidades de que el acto de la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados no surta efecto.
Coloquialmente se diría que están engallados, que los fortaleció y que inclusive, el duro mensaje que difundió la misma tarde del viernes el gobernador, los alentó a redoblar esfuerzos.
Morena había creado una expectativa que muchos creyeron se vería reflejada en una hipotética caída política inmediata de García Cabeza de Vaca.
Vendieron la idea de que podría ser detenido casi en cuanto se consumara el acto de desafuero, pero fue así. Al menos, hasta ahora.
Por eso es que entre dirigentes y no pocos candidatos de Morena hay nerviosismo. Saben que al sentirse fortalecidos, los panistas van a redoblar esfuerzos, van a ir por todas las posiciones.
Lo que viene en lo político es la respuesta de los panistas que, como este domingo lo planearon, van a salir a las calles a realizar caravanas de apoyo a Cabeza de Vaca en las principales ciudades de Tamaulipas.
