Por Oscar Díaz Salazar
En principio, estoy en desacuerdo con la reelección inmediata de los gobernantes. Me pareció una mala decisión revertir una cláusula que fue clave para la estabilidad política del México contemporáneo, y que también formó parte de la leyenda que acompañaba a las rúbricas de los documentos oficiales, misma que consignaba: “Sufragio efectivo, no reelección”.Pero mi oposición al derecho de reelegirse en los cargos públicos, porque he leído sobre la historia de México y sé del millón de muertos que la patria aportó para superar a la dictadura porfirista e incluir en la ley esa prohibición de eternizarse en el gobierno, se convierte en duda y me lleva a considerar que tal vez en algunos casos es positiva la continuidad en las labores de gobierno, de manera especial cuando esta tarea se cumple en forma apropiada.Es el caso de los presidentes municipales de Matamoros y Tampico, Mario López y Jesús Nader, respectivamente. Deliberadamente menciono dos ejemplos, para que los lectores no piensen que para los azules me parece buena la reelección, más no para los guindas, o viceversa.Me parece que el ejemplo más sencillo para hablar de las bondades de la reelección es el caso de Matamoros, en donde existe un gran contraste entre el presidente en funciones que busca la reelección, con el sustento de un buen trabajo, enfrentando a una candidata que busca el mismo cargo que ya le fue negado a sus esposo. Una candidata que se ocupaba de su casa y de sus negocios, hasta el momento que triunfó el PAN en el estado, y su esposo la convidó a administrar y disfrutar la abundancia.El asunto es más complicado, para fortuna de los ciudadanos de Tampico, en el municipio que administra Chucho Nader, y lo digo porque la oposición tiene una buena candidata, pero el edil porteño representa lo “bueno por conocido”.La diputada Olga Sosa es una buena candidata de morena, en un mal tiempo, malo para ella, para sus aspiraciones, pero bueno para los tampiqueños. Digo que es un mal tiempo para la Morena despampanante de cabellera ensortijada, porque Chucho Nader ha hecho un buen trabajo. Una labor que apreciamos los visitantes y, lo que es más importante, que valoran los locales.De Chucho Nader se puede decir que ha hecho la tarea de “barrer por donde pasa la suegra”, que significa limpiar lo que vemos los visitantes, y también se ha ocupado de asear y mejorar las condiciones de los barrios populares, con el exitoso programa denominado “Diciendo y haciendo”, mismo que la raza ha re bautizado como el programa “caminando y miando”.Hasta este momento ambos candidatos han hecho una buena campaña y las encuestas señalan una ventaja para Chucho Nader, en unas lo colocan ligeramente arriba y en otras con guarismos de dos dígitos.El resultado final de la elección puede definirse por factores ajenos a las cualidades, talentos, defectos, aciertos y errores de los candidatos. Falta poco para saber si finalmente encierran o huye el señor Francisco N, y que tanto le afecta al PAN o para enterarnos si dio los resultados esperados esa campaña mediática de alta intensidad para señalar los errores del presidente López Obrador.
