Por Edy Pintor
Con las mismas reglas, recursos y estrategia, se metieron al, para muchos locuaz diputado local, Rigoberto Ramos, quien con soberbia y algo de desequilibrio emocional, se autodenominaba o autodenomina “La voz de Tamaulipas”. Me explico. El que nos ocupa siempre presumió de ‘aceitar’ con recursos económicos, a gran parte de Morena Tamaulipas y Morena Nacional, siempre se ufanó de ello, lo decía y lo vociferaba. Nunca lo escondió. “Hasta a Ismael y a Francisco Cabeza de Vaca los he financiado”, según cuenta en las mesas de café. Otra: él ya cobró dieta, compensaciones y seguramente lucró con el puesto de elección popular que consiguió de ‘cachucha’, de gorra electoral, es decir, sin pasar por las pruebas de las urnas, o sea, por la vía plurinominal, esas que se compran con muchos dólares y que seguramente él pago el precio. Rigo Ramos hoy se desgarra las vestiduras ante un jovial y empoderado Carlos “Cachorrito” Peña Ortiz. Se ofende con las circunstancias… …cuando no la lleva ganona Muchas gracias y hasta pronto.
