Si, como dejan entrever las encuestas más recientes, las votaciones de la elección del 7 de junio se polarizan entre el PAN y Morena, y los aliados de ambos, los partidos minoritarios, principalmente aquellos que van solos y participan por primera vez, estarían en riesgo de perder el registro, no únicamente en Tamaulipas sino en la mayoría de los Estados del país.
Ese sería el caso de al menos Fuerza Por México, Encuentro Solidario, antes Encuentro Social, y el partido de la maestra Elba Esther Gordillo, Redes Sociales Progresistas, que, de acuerdo a los sondeos preliminares, cuentan con el 2 por ciento para abajo, porcentaje que todo indica que conservarán hasta el día de la jornada del 7 de junio.
El PRI, en cambio, seguiría otra vez lejos de ser competitivo.
En contraste con el optimismo del dirigente estatal, Edgar Melhem Salinas, la mayoría de las mediciones electorales colocan al tricolor en el tercer sitio de la tabla de posiciones y en algunos municipios con porcentajes que varían entre el 5 y el 11 por ciento de las preferencias ciudadanas, números que le alcanzarían a lo sumo, además de dividir el voto y favorecer a Acción Nacional, para ganar puestos de representación proporcional y tener voz y voto tanto en el Congreso local así como en los gobiernos municipales.
Como se sabe, a excepción de Nuevo León, Estado en el que el otrora ex partido oficial tiene posibilidades de ganar la gubernatura a Morena, por supuesto con el respaldo de la elite económica que llevó al Ejecutivo al Bronco Jaime Rodríguez Calderón, en el resto de las entidades federativas en las que contenderá como aliado de la coalición “Va por México” junto con el PRD y el PAN, le ayudarán a sobrevivir, aunque tampoco esto constituye una garantía para seguir perteneciendo a la privilegiada clase política de la partidocracia mexicana.
Si la memoria no nos falla, en la contienda presidencial de 2018, no obstante haber participado en alianza con los partidos mayoritarios, el PES no logró el mínimo de votos requerido por la ley en 24 Estados, el Movimiento Ciudadano, en 18, el Partido de la Revolución Democrática
en 10, entre ellos Tamaulipas, el Partido del Trabajo en 4 y el propio PAN, que es el principal partido de oposición del país, no consiguió la votación mínima en el Estado de Tabasco, tropiezo que le impidió percibir 6.5 millones de financiamiento estatal.
No son pocos los analistas que coinciden en que el Revolucionario Institucional podría representar incluso una pesada carga para los planes del panismo y en vez de ayudarle a recuperar el terreno político perdido en los comicios de hace tres años podría ahuyentarle seguidores y adeptos.
Una de las causas, que es el instituto partidista con mayor rechazo entre los votantes. Los sondeos de opinión del mes de marzo señalan que los negativos del ex invencible ascienden a un 35.2 por ciento, en tanto que los del PAN andan en el 26.8 y los de la Cuarta Transformación en los 21.2 puntos porcentuales.
El Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas, el CIEST, a propósito, anunció en días pasados que el sector empresarial que aglutina la organización solo escuchará las plataformas políticas de los tres partidos mejor posicionados a decir de las encuestas, es decir, aquellos que realmente tienen probabilidades, si no de adjudicarse el triunfo electoral, por lo menos pelear al tú por las simpatías de los electores.
Hablando de otras cosas, pese a que el plazo de solicitud de los candidatos a alcalde ante el IETAM, cerró a fines de marzo, las emigraciones partidistas no han cesado y seguramente aumentarán cuando se resuelvan las impugnaciones.
Frida Barral Rocha, por ejemplo, activista gay que iba de suplente de la candidata del Movimiento Ciudadano a la presidencia de Tampico, América Sandoval, renunció al puesto para sumarse a las filas del equipo de la candidata del Movimiento Regeneración Nacional, Olga Sosa Ruiz, y hacer causa común con el proyecto político del Presidente López Obrador y la 4T.
Para cerrar, si no hay cambios de última hora este viernes 16 de abril pedirán licencia al cargo de jefe edilicio, en Tampico, el presidente Chucho Nader Nasrrállah, y en Madero, su homólogo Adrián Oseguera Kernion, para salir a la calle a pedir el sufragio a los votantes y con la venía popular alargar la gestión administrativa por otros tres años, que tienen amplias probabilidades de lograr.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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