Para que ya no nos roben
Hoy domingo 4 de abril del año 2021, con el inicio de las campañas de los candidatos a diputados federales, arrancan ¡con todo!, las elecciones más grandes en la historia de México.
¡Por favor!, ya no nos dejemos robar, ya no permitamos los ciudadanos que estos pillos se hagan de nuevo de nuestra ciudad, o más bien, que continúen con el apoderamiento y el saqueo de la misma.
Salvemos pueblo a nuestra ciudad y a nuestro Estado, que ejecutiva y legislativamente ya no se lo queden estos granujas de ahora, estas lacras que pretenden eternizarse.
Prácticamente en dos meses, tanto el país en lo general, como Tamaulipas y Nuevo Laredo en lo particular, decidiremos nuestro futuro, el porvenir de nosotros mismos.
Procuremos bienestar y progreso para todos nosotros, hagámoslo mediante el muy valioso voto.
¿Queremos otros tres años de un Nuevo Laredo lleno de ladrones y de no hacerse nada, debido a gente nefasta e impreparada, sin mayor importancia por la ciudad, sin ninguna otra ocupación más que robarse el dinero, así como vender, rentar, concesionar, usufructuar y enajenar a Nuevo Laredo, a como sea y lo que se pueda de ella?
Son 62 días de aquí a unas votaciones que para Tamaulipas y Nuevo Laredo serán determinantes y que ojalá -por la participación de todos- también sean las más grandes, pero que a diferencia de la república en general que su grandeza es por el número de puestos que están disputándose, así como por la suma de votantes posibles; que en nuestra entidad y principalmente en este terruño nuestro, lo sea por la gran decisión que tuvimos todos sus ciudadanos, de acudir a las urnas, que cansados de tanto robo y tanta negligencia, salimos a sufragar, ganándole al muy dañino abstencionismo.
O VOTAMOS O…
… Nos carga el payaso, nos desgraciaremos como ciudad, incluso podemos hasta perder la hegemonía como ciudad fronteriza en el comercio internacional.
Más nos vale que sea histórica la votación aquí, por cuanto al número avasallador de los que decidimos cambiar el derrotero de la ciudad, que masivamente elijamos a los mejores posibles de la baraja que se nos presenta.
Porque entre más votemos, menos oportunidad habrá de fraude electoral, a la trampa para agandallar la votación, para comprar los resultados, menos chance tendrán de quedar los ladrones que ya sabemos quiénes son.
¿Queremos como ahora dos administraciones municipales seguidas, tan pésimas y tan rateras como la actual que va de salida y que sólo ha dejado hundido al pueblo y de paso ha dado lugar al nuevo hombre más rico de la ciudad?
Pues si no votamos, claro que pueden ganar otros tres años y luego seis, con una reelección.
Que esta pillería advenediza no nos acabe de partir en dos, que esta bandidez acomodaticia no deje a la ciudad sin agua potable, porque se ha robado todo el presupuesto de la “mejor” y única Comapa que trabaja con números negros en todo el Estado.
Que los “solovinos” amafiados con el bandido mayor del territorio cuerudo, no concesione, como ya lo hicieron antes con la Carretera Nacional, todos los caminos que conectan a Nuevo Laredo.
PAREMOS EL ROBO Y EL ABUSO
No los dejemos que se sigan enriqueciendo, ni con el erario, ni vendiendo u ofreciendo al mejor postor nuestro privilegiado y rico territorio.
Y recordemos que ya no serán 3 mil 338 millones de pesos anuales de presupuesto de egresos, ya para el 2022, andará en los 4 mil millones, buena parte de ellos para un goberladrón de Reynosa que ya se va, pero que para ello -su año de Hidalgo- intenta imponer a toda costa a una mujer que decidió robársela a los bandidos del otro partido, para que venga a hurtar y ponerle a él en charola de plata, lo que este bendito pueblo tan millonario le puede dar y que ya le ha dado en cinco años.
Tal y como ya lo sabe el truhán reynosense, pues en un lustro se ha apañado hasta lo que no.
Para empezar el borbollón de dinero que produce el llamado Fideicomiso Nuevo Laredo Puente Tres.
BONNIE & CLYDE
¿Imaginan estimados lectores a este granuja, con la lacra que quiere poner en la alcaldía? ¿De qué no se apoderarían en Nuevo Laredo? ¿Qué no venderían a los gaviotas inversionistas foráneos con lo que se asocian o con los prestanombres que meten en todo?
De la misma pata cojean los dos, se juntaron el hambre y las ganas de tragar.
Y apoyados por una yunta de bandidos en la legislatura local y en la representación federal.
Da miedo pensar en todo lo que podrían acabar por vender, agenciarse, concesionar, permitir, alquilar de nuestro suelo y municipalidad.
Manejando algo así como cuatro mil millones de pesos anuales, más todos los pingües negocios que sus aviesos fines les permitirían elucubrar y maquinar.
Enriquecerse tan groseramente que sería casi en automático la reelección para dentro de otros tres años más.
Si no los liquidamos ¡ya! con nuestro voto, ellos van a acabar con Nuevo Laredo.
Ganarán y luego empezarán a preparar o pensar en a quién venderle la estafeta, idearán quién será la siguiente ladrona o el próximo pillo dentro de seis años.
NOS POLITIZAMOS O NOS COMEN
La gente de Nuevo Laredo -del país entero, pero primero lo nuestro- se tiene que politizar, participar con su voto, que el pueblo entre de lleno a la política, que se preocupe por decidir el futuro gubernamental y legislativo de su ciudad y Estado, como también de la nación.
Porque hoy, para no ir tan lejos, somos más pobres los tamaulipecos, ya que apenas ni mes y medio atrás, el pasado 18 de febrero, tenemos mil 500 millones de pesos más de deuda pública, porque en tal fecha, este goberladrón ha tomado de la banca particular un empréstito por tal cantidad, para elevar en más de 16 mil millones de pesos la deuda que los tamaulipecos -y no estos políticos- habremos de pagar.
Desde ya, nuestros hijos y por supuesto que nuestros nietos, están comprometidos a pagar.
¡Claro que sí! Tal y como estos mil 500 millones de pesos retirados de la banca privada el 18 de febrero, pagaderos hasta el año 2040.
¿Y saben qué va de por medio en tales trácalas, en esos empréstitos contraídos? Pues nada menos que las participaciones federales, lo que el gobierno de la república le destina al Estado, así que ¡adiós!, al crecimiento de Tamaulipas y de Nuevo Laredo.
Por eso es que este domingo 6 de junio, tenemos que salir todos a votar y que no se repita lo que ocurrió apenas en 2018, que un mequetrefe ganó con 50 mil votos para adueñarse por cinco años de una ciudad habitada por casi 500 mil personas, todo porque nuestra gente no quiso salir a votar.
La propia gente le hicimos el daño a Nuevo Laredo, esos ciudadanos que siempre dicen: “Da igual, todos roban, que gane el que sea, no me importa”.
Y sí, sí importa a quién designamos con nuestro sufragio, si no nos creen, nada más volteen para donde quieran en la ciudad, vean cómo está, gracias a un nefasto ladrón y a un ineficaz cabildo que sólo quería dinero, tal y como el que los presidía.
¿No creen estimados lectores?
Feliz domingo y alisten su credencial de votar.