Los candidatos del PAN, mayormente Enrique Rivas y Yahleel Abdala, parecen no haber entendido que hay que esperar hasta el 19 de abril para poner sus rostros y nombres por todos lados, en lugar de eso quieren adelantarse atosigando a la ciudadanía con miles de llamadas para decirles que son los mejores candidatos, estrategia que suele causar un efecto contrario al esperado en los ciudadanos, pues el proselitismo en esta modalidad lejos de interesar, molesta y aturde.
Ya es muy reprobable que estén atosigando a la gente con esta clase de llamadas, que la mayoría cuelga desde el momento en que escuchan que se trata de proselitismo, pero a esto se suma el muy presumible hecho de que están utilizando el erario para gastar en esta clase de cosas.
Para colmo, todo esto está previsto en las leyes y por ende prohibido, por lo que regularmente suelen tener en cuenta aquellos que se dedican a la política, pero aun así, se aventaron a hacer todas estas acciones anticipadas que podrían ser muy bien aprovechadas por sus adversarios políticos con relativa facilidad.
En redes sociales y de manera presencial hemos visto una gran cantidad de quejas de todos aquellos que han sido hostigados hasta el cansancio con esta clase de llamadas, lo que sin duda se convierte en la forma perfecta de cansar a los electores, al ciudadano común.
Al final a un partido como el PAN le conviene el desánimo, porque saben que el ciudadano común no va a votar de manera orgánica y autónoma por los azules, entonces si estos ciudadanos se quedan en casa el día de las elecciones, los de Acción Nacional moverán su maquinaria y acarrearán a un grupo numeroso para asegurar su permanencia en el poder.
Por estas últimas razones, es importante que la población salga a votar por su cuenta, para contrarrestar a quienes están aleccionados o hasta amenazados para ofrecer su sufragio al PAN.
Toda esta campaña que se está viendo incluso antes de tiempo, como los espectaculares que se ven por toda la ciudad con frases que empiezan con “YA” como un “subliminal” -que creemos absurdo- en alusión a Yahleel Abdala, tienen un gran costo, y eso que aún no comenzamos a ver el verdadero despliegue de propaganda, pero ahí es justo cuando debemos de recordar la frase de que “quien paga para llegar, llega para robar”.
Desde ahora se ve el gran presupuesto que tienen para gastar en campaña los panistas de Nuevo Laredo, claro que no es de sus bolsillos, sino del erario, pues la mayoría de los candidatos de esta ciudad no tienen forma de justificar el dinero que tienen, mucho menos el que derrochan en campañas, pues casi todos han hecho su modus vivendi a base de la función pública.
