La dirigencia nacional de Morena guardó ayer bajo llave la confirmación oficial de la destitución de Enrique Torres Mendoza, como dirigente estatal del partido en Tamaulipas.
Aunque concentrados en el lío político que sufre el partido en Michoacán y Guerrero, ayer mismo estaba convocada una “sesión urgente” del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, en la que el orden del día marcaba como punto principal los nombramientos de “delegados en funciones de presidencia” de los estados de Aguascalientes, Querétaro, Quintana Roo, Nuevo León, Tamaulipas y Michoacán.
Hasta donde pudimos saber, quien se perfilaba para ocupar esa posición en el estado, era Oscar Alarcón, un militante de Nuevo Laredo, fundador del partido, que presume de mucha cercanía con Erasmo González Robledo, y por ende de la bendición de Mario Delgado.
Alarcón ya fue candidato sin éxito a una diputación local, y tiene pasado en el PRD.
Más claro imposible: después de varios años de sufrir con las posturas de “El Profe” siempre contrarias a la dirigencia nacional, el grupo político que dirige Marcelo Ebrard desde las alturas está tomando el control total del partido en Tamaulipas.
Ayer mismo por cierto, se confirmó que los ex candidatos de Michoacán y Guerrero ocuparán las dirigencias estatales; no se trata de un premio de consolación, sino una forma sutil de ponerlos al mando.
¿O alguien tiene duda de que el candidato que remplace a Salgado Macedonio va a ganar la gubernatura?
Y claro, “el Toro” será el poder detrás del trono.
La “toma” de la dirigencia de Tamaulipas por parte del grupo de Mario Delgado y Erasmo González Robledo,
es también una jugada a su favor en el ajedrez político de cara a la designación de candidatos el año entrante.
Y por ende un empujón a las aspiraciones del senador Américo Villarreal Anaya.
Ahora faltará ver la respuesta del grupo que desde la frontera apoya a otras opciones para el 2022.
LA LUCHA POR EL
CONGRESO LOCAL
La disputa política que envuelve al estado desde hace semanas, hace cada vez más evidente la importancia de tener la mayoría en el Poder Legislativo a partir de este mismo año.
Por eso, ronda en el aire la pregunta de qué tan en serio se tomaron en Morena esta tarea.
Si uno revisa los perfiles de sus candidatos para las diputaciones locales encuentra un poco de todo, pero a decir verdad, poco músculo tanto para ganar una elección que se antoja muy cerrada, como para sostener un debate parlamentario a la altura de las circunstancias.
Salvo algunas excepciones, a los abanderados de Morena se les ve poco en la arena electoral.
EL LÍO DE REYNOSA
La elección por la alcaldía de Reynosa va que vuela para convertirse en una guerra sin cuartel, en la que se mezclará lo político con lo judicial.
Las denuncias contra Carlos Peña, y la encendida defensa de su madre, la alcaldesa Maki, hacen evidente que en ese municipio se cocina una de las elecciones más tensas de los últimos tiempos.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
