Por Oscar Díaz Salazar.
Con la designación del hijo de la presidenta municipal panista de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez, como candidato de morena (Y del Partido del Trabajo) al mismo trono (perdón, mismo cargo) que hoy ocupa la alcaldesa, -cuál reyna madre-, es previsible que muchos de los ciudadanos que pretendían votar por morena, decidan otorgar su voto a otro partido y candidato.
El Partido Movimiento de Regeneración Nacional (morena) definió como candidato a la presidencia municipal de Reynosa a Carlos Víctor Peña Ortiz, citado en este escrito hasta el segundo párrafo, porque así es su circunstancia de segundón, propuesto para ejercer un rol protagónico de mentiritas, cumpliendo el papel de comparsa y patiño de su propia madre y los dos o tres dueños del pueblo que la acompañan en la tarea de saquear las arcas municipales.
¿A dónde se irán los votos de los simpatizantes de morena, del presidente López Obrador, de la Cuarta Transformación, de la izquierda, de la opción preferencial por los pobres, de la socialdemocracia, de la corriente cardenista, etc.?
¿A quien entregarán su voto y su confianza esos que pensaban votar por morena, hasta antes de concretarse la operación, que algunos suponen operación política y otros sospechan que fue de compra – venta, para otorgar la candidatura al Makito?
Mi hipótesis es que ese caudal de votos que le dio el triunfo a López Obrador en Reynosa, se va a dividir en un chorro minúsculo que se mantendrá fiel a la marca, aunque las siglas cobijen a un personaje sin méritos ni afinidades ideológicas; y que un afluente mayor se escurrirá a otros partidos.
Los votos que fueron de morena, y que sabemos que como todos los votos, no son votos a perpetuidad, no se irán al PRI, porque aún está muy reciente su salida del gobierno, y por lo mismo, muy frescos los recuerdos y la narrativa que los identificaba como causantes de todos los males de la patria. Falta tiempo para que el juicio sereno de la historia, permita hacer el balance correcto de su paso por la vida política de México.
Los votos de morena, que le dieron valor a la marca y le permitieron a sus dirigentes hacer bisnes con las candidaturas, (Mario Delgado, el Delegado y Erasmo González) no se irán al PAN, pues en la discursiva del líder, guía y gurú del movimiento, en la narrativa de AMLO, los panistas neoliberales, son responsables de vender nuestro petróleo, entregar la riqueza y desmantelar el estado de bienestar.
Los votos de morena, – y aquí creo oportuno mencionar que estas reflexiones las hago y comparto luego de analizar la situación de Reynosa, exclusivamente de ese municipio -, esos votos no serán captados por los partidos afines a AMLO, pues de lo que se trata es de «castigar» a quienes decidieron entregar la candidatura a los panistas, que equivale a «poner al coyote a cuidar a las gallinas».
Por descarte, y por la información que muy pronto será pública, me atrevo a compartirles mi intuición de que el ganón con los votos que fueron de morena, será el partido de Dante Delgado, el que tiene a Gustavo Cárdenas como gerente en Tamaulipas, el partido que ha refinado, a través de los años, el arte de «cachar» a los resentidos y aprovechar los errores de los partidos más grandes, me refiero, por si aún no lo identifica, a Movimiento Ciudadano.
