José Ángel Solorio Martínez
El inesperado como sorprendente escenario tamaulipeco, galvanizó el proyecto de la IV T en Madero, Tamaulipas, uno de los centros fabriles mas relevantes del Estado. MORENA, se consolidó como la organización política en esta esquina de la entidad más sólida y firme. Si algo existe en este municipio, es una ciudadanía que se ubicó a la Izquierda desde la más temprana emergencia del neoliberalismo en el país. Casi media docena de administraciones municipales maderenses, se han trepado a la historia, de mano del entonces progresista PRD, para luego dar un viraje al morenismo que se ha erigido como la auténtica Izquierda mexicana. Aquel territorio, posee hoy, al frente de Ayuntamiento, a uno de los cuadros más notables de la autentica IV T: Adrián Oseguera Kernion. Este jefe edilicio, y su familia, vienen desde los tiempos en que Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, optaron por abandonar al PRI y formar una organización política opositora a los deseos neoliberales –privatizadores, es la mejor definición de esa forma de ver la administración pública y el papel del Estado en las sociedades–. Es esa, la mejor prenda de Oseguera Kernion. Muy probablemente por ello, y por su praxis al frente del Ayuntamiento, ha logrado afianzarse tan extensamente en el imaginario colectivo de los maderenses. Hace un mes, Adrián, encabezó sin problemas los sondeos sobre la aceptación de los Presidentes municipales del país. También, se significó como el mejor jefe edilicio de los alcaldes de MORENA en México. En ese momento, alcanzó la más alta cresta de simpatías entre el electorado de la urbe petrolera: si ese día hubieran sido las elecciones, habría ganado 3 a 1 a cualquier candidato panista. Ahora, con un PAN desangrado y con los ductos de financiamientos obliterados, se agranda ese umbral entre el morenismo y el panismo. Las más recientes mediciones hechas por MORENA, y sus adversarios, ubican a MORENA, y a Oseguera, como imbatibles: si en este momento fuera la prueba de las urnas, el alcalde se reelegiría con una abismal diferencia: 4.5 a 1.0. En efecto: un 78 por ciento del electorado, se decantaría por Adrián y MORENA, en tanto un 22, sufragaría por el PAN. (La postulación de Jaime Turrubiates por el PAN, sólo ahondó la crisis política azul: lo hundió en un crisis de identidad; Jaime, es ex alcalde priista y representa a uno de los sectores sindicales más oscuros en la organización petrolera de Madero y del país). De cumplirse esos pronósticos, Adrián Oseguera, tendrá boleto para el próximo año. Si hace cinco años, soplaron del norte, los vientos de cambio, ahora se vislumbra el contraflujo: los aires huracanados, del reconstituido sólido sur.
