Pues se llegó el gran día, Rivas finalmente se despide de su puesto -al pedir licencia- para perseguir otro cargo, que a decir verdad, la tiene algo difícil.
Aunque gane o pierda, Rivas regresará por casi cuatro meses para concluir su gestión, hoy se siente como su despedida, la gestión más larga y probablemente una de las más cuestionables que ha tenido la ciudad.
Rivas deja hoy la alcaldía para perseguir la diputación local por el Distrito 1 de Tamaulipas, sin duda un retroceso en su carrera política, pero que a pesar de ser un puesto de menor nivel, enfrenta un panorama difícil, pues al abarcar sectores populares, estaría enfrentando un sinfín de reclamos ciudadanos de promesas incumplidas, omisiones y descuidos en la parte de la ciudad que le corresponde.
Sin duda estará cosechando los reclamos del mal manejo que cosechó durante los últimos cinco años, todos los días se ven en redes sociales muchos comentarios negativos y fuertes críticas a la figura de Rivas y su administración, todos fluyendo de manera orgánica, esto es precisamente uno de los factores que independientemente de quienes sean sus adversarios políticos, le reducen sus posibilidades de ganar las elecciones.
Es decir, existe la posibilidad de que a final del año Rivas se vaya a casa, sin la diputación federal que quería, ni la diputación local que le habían dejado como premio de consolación, pero que al menos lo mantendría políticamente activo.
Al final, todo parece indicar que no podrá aspirar a más en su carrera política, a pesar de que para ese rubro es realmente joven, pero él mismo se encargó de ponerse obstáculos, sin duda fue su peor enemigo al desempeñarse como lo hizo.
En retrospectiva, no se trató de uno o dos desaciertos, sino de una constante en sus dos administraciones consecutivas, desde el injustificable enriquecimiento -que no concuerda con sus ingresos comprobables- hasta el incidente con las camionetas clonadas de la Marina que lo cuidaban cuando fue candidato a alcalde por segunda ocasión.
Para sacarse la espinita, los mismos políticos que fueron a la marcha masiva convocada por García Cabeza de Vaca hicieron una “campaña” de uso de cubrebocas, claro que en la noción de la mayoría de los ciudadanos esto generó mayormente reacciones encaminadas a la risa, pues resultó tan incongruente viniendo de esos políticos, que una gran cantidad de personas utilizaba términos como “doble moral” o “hipocresía” para referirse a la situación.
Esa marcha masiva en Ciudad Victoria fue uno de los más grandes desaciertos políticos recientes, restándoles toda calidad moral para hablar del tema de las medidas para reducir la dispersión del coronavirus o en general sobre el Covid-19, pues no se olvidará por varios meses ese incidente
