CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Simpatizantes del Frente Nacional AntiAmlo (Frena) marcharon este domingo y realizaron un “juicio ciudadano” contra el presidente Andrés Manuel López Obrador quien, a juicio de dicho grupo, resultó culpable de 15 delitos, entre estos, crímenes de lesa humanidad, traición a la patria, genocidios, crimen organizado, peculado y delitos electorales.
Unas 2 mil personas se dieron cita en el Ángel de la Independencia y marcharon hacia el Monumento a la Revolución gritando consignas como “López Dictador”, “Fuera AMLO” y otras frecuentes en las manifestaciones públicas del colectivo que irrumpió en la escena pública hace un año.
El nombre de la marcha fue “Por amor a México”, similar a “Sí por México”, el colectivo de Claudio X González y Gustavo de Hoyos, así como a “Va por México”, la coalición de los partidos PRI-PAN-PRD que se presenta para las elecciones de junio próximo.
La fórmula de los juicios ciudadanos a gobernantes ha sido un recurso de protesta empleado por Gilberto Lozano, el coordinador de Frena, que desde hace más de una década preside el Congreso Ciudadano, una organización civil que ha realizado procesos similares a Rodrigo Medina de la Cruz, cuando éste era gobernador de Nuevo León, y a César Duarte, cuando fue mandatario de Chihuahua.
Esta vez, el supuesto juicio ciudadano transcurrió en el Monumento a la Revolución, teniendo como demandantes a varios integrantes del consejo asesor de Frena, entre estos a Rafael Loret de Mola, Virgina Jurado, Claudio Muriño, entre otros.
El procedimiento fue peculiar: como no había representante legal del titular del Poder Ejecutivo, nombraron ahí a un abogado para que lo representara y, ante la presentación de los supuestos delitos, el letrado justificaba las acciones en promesas de campaña.
La sentencia fue presentada por Gilberto Lozano: culpable de todo. La aclamación siguió a la lectura y luego se hizo el anuncio de que el “veredicto” sería enviado –ahí sí de manera formal—a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Organización de las Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional, así como a los Legislativo y Judicial.
Hace casi un año, en abril de 2020, Frena apareció en medio del confinamiento por la pandemia, realizando caravanas vehiculares en diferentes ciudades del país.
El fenómeno llamó la atención hasta que terminó severamente cuestionado por la instalación de un campamento en el Zócalo que exigía la renuncia del presidente López Obrador, quien a su vez se refirió en diferentes oportunidades a ese movimiento como igual a lo que convocó posteriormente Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, en medio de burlas porque las tiendas de acamapar, instaladas en el Zócalo, en muchos casos estaban vacías y los ventarrones las echaron a volar.
Finalmente, Frena se retiró del Zócalo en noviembre, quedando ahí un breve contingente que finalmente se retiró el 7 de marzo, previo a las protestas feministas. Las expresiones públicas del colectivo habían cesado en semanas recientes.
