Candidato del PRI-PRD al gobierno de Guerrero es Mario Moreno Arcos, vinculado con el narco
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La coalición entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) designó como su candidato al gobierno de Guerrero a Mario Moreno Arcos, exalcalde de Chilpancingo, señalado por sus presuntos nexos con el narcotráfico.
El acuerdo surgió la noche de ayer tras un cónclave entre los dirigentes nacionales Alejandro Moreno Cárdenas y Jesús Zambrano Grijalva, este último uno de los principales impulsores de la candidatura del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, actualmente preso por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y sus vínculos con el grupo delictivo Guerreros Unidos.
De esta forma, Moreno Arcos, dos veces alcalde de Chilpancingo, exsecretario de Desarrollo Social con el actual gobierno de Héctor Astudillo Flores y primo de Humberto Moreno Catalán, vocero del grupo paramilitar denominado Los Tlacos, encabezará la alianza tejida por los exmandatarios Ángel Aguirre Rivero (2011-2014) y René Juárez Cisneros (1999-2005), para enfrentar a Morena en los comicios del próximo 6 de junio.
El ahora candidato de la coalición PRI-PRD, Mario Moreno Arcos, llega arropado por Astudillo, Aguirre, Juárez y los hermanos Ricardo y Javier Taja –ambos señalados públicamente de realizar presuntos negocios al amparo del poder junto a los hijos del actual mandatario estatal–, pero distanciado del exgobernador Rubén Figueroa Alcocer, quien hasta el momento no ha fijado una postura sobre la designación de aquel.
Ángel Aguirre Rivero y Rubén Figueroa mantiene una confrontación desde 2012, cuando el primero salió del PRI y se convirtió en gobernador por el PRD. Varios priistas acusaron públicamente a Mario Moreno Arcos de apoyar al grupo aguirrista.
A finales de diciembre pasado, Apro informó que el gobernador Astudillo había acaparado la mayoría de lugares en la lista de 14 candidatos a diputados locales del PRI en la entidad, e impuso a su hijo Ricardo Astudillo Calvo en un distrito de Acapulco, así como a alcaldes vinculados con el narco y al exdelegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Héctor Vicario Castrejón, inhabilitado por presuntos actos de corrupción.
Este último contenderá nuevamente por el distrito 23 de Huitzuco, lugar donde en 2015 un grupo armado incendió un hotel de su propiedad y marcó su destierro de la zona Norte de la entidad.
El reparto de las candidaturas entre priistas benefició al grupo del mandatario estatal, quien colocó nueve aspirantes, mientras que los exgobernadores Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros se quedaron con dos posiciones, respectivamente, y el senador Manuel Añorve Baños puso a una persona, de acuerdo con el listado oficial que se dio a conocer públicamente.
Los otros 14 espacios fueron reservados para el PRD, que irá en alianza con el PRI en el proceso electoral de 2021, pero aún no define su lista oficial para completar los 28 distritos locales que conforman la entidad suriana.
Entre los nueve distritos que se adjudicó Astudillo destaca el caso de su hijo Ricardo Astudillo Calvo, quien aparece como candidato en el distrito siete que abarca la zona Diamante del puerto de Acapulco. El gobernador también impuso a los actuales alcaldes de Arcelia, Adolfo Torales Catalán, y de Chilapa, Jesús Parra García, en los distritos 18 de Tierra Caliente y 25 de la región Centro, respectivamente.
Adolfo Torales es alcalde por segunda ocasión y ha sido acusado públicamente de formar parte de la estructura del grupo delictivo La Familia Michoacana que dirige Johny ‘El Mojarro’ Hurtado Olascoaga, cuyo bastión está en los poblados de Arcelia y Palos Altos, ubicados en los límites con el sur del Estado de México.
El narco y la violencia en Arcelia se ha normalizado a tal grado que en julio de 2019 se difundieron imágenes donde aparece el actual alcalde y ahora candidato a diputado local del PRI encabezando la clausura de la Escuela Normal Regional de Tierra Caliente, y el padrino de la generación de normalistas fue el líder de La Familia Michoacana, quien mantiene una batalla con el grupo Guerreros Unidos del municipio vecino de Teloloapan.
Jesús Parra, el alcalde reelecto de Chilapa, que ahora es candidato a diputado local por el PRI, ha sido acusado directamente por habitantes de la zona indígena de apoyar en su primer mandato al grupo de Los Rojos y ahora está al servicio de Los Ardillos, la banda que tiene asolada esta zona de la entidad.
Otra de las nueve piezas que colocó el gobernador Astudillo en la lista de candidatos es Rafael Navarrete Quezada, su exsecretario de Obras Públicas, implicado en la construcción de un puente vehicular de medio kilómetro en esta capital –con un costo de 135 millones de pesos–, que fue inaugurado en marzo de 2019 pese a tener fallas estructurales y presentar hundimientos.
El resto de la lista lo conforman María Edilma Galeana Mellín, en el distrito cuatro; Rosaura Rodríguez Carrillo, en el nueve, y Gabriela Bernal Reséndiz, en el octavo, todos de Acapulco.
Asimismo, Graciela González Carlín, en el distrito 11 de Zihuatanejo; Rosalía Benito Vargas –esposa del alcalde de San Luis Acatlán, Agustín Ricardo Morales–, en el distrito 15 de la región Costa Chica; el actual diputado local, Olaguer Hernández Flores, quien busca la reelección en el distrito 19 de la Sierra; la expresidenta del Congreso y exalcaldesa de Taxco, Flor Añorve Ocampo, en el distrito 21, y Rosalinda Mata Saucedo, en el 27 de Tlapa.