Política

Yahleel y Carmen Lilia, cara a cara

José Ángel Solorio Martínez

La contienda por la alcaldía de Nuevo Laredo, será de pronósticos muy cerrados. La pelea real, será entre dos damas: Jahleel Abdalá –PAN– y Carmen Lilia Cantú Rosas –MORENA–. La candidatura del PRI, será en ese escenario de polarización, testimonial; a lo mucho, disputará algunos regidores. La ahora panista, cuenta con ciertos consensos ciudadanos. Los pocos que arrastrará del PRI, y los muchos le acercará el PAN. Suma a ello, la estructura municipal de Rivas Cuéllar y la del gobierno estatal. Cantú Rosas, posee el arrastre del apellido y un MORENA en ascenso en la mentalidad ciudadana. Cara a cara, la ex priista Abdalá, supera en mucho a la ex Notaria morenista. Su tránsito en las grandes ligas de la CDMX, le dan ventaja sobre una Carmen Lilia con una visión aldeana y pequeñita de la política –su narrativa más potente, es la amorosa familia que asegura tener y su predilección por las garnachas y demás comida chatarra–. En redes sociales, la hija del Chale Boy, ha manejado más fotografías comiendo tacos y gorditas, que material gráfico de su accionar en el Congreso local. Una ponderación de los recursos materiales y logísticos que cada una trae, lleva a conceder una evidente ventaja de Yahleel. El capital cultural de ambas, es similar; con ventaja mínima de Abdalá que obtuvo un posgrado y se ha desempeñado como catedrática en algunas escuelas de educación superior. Cantú Rosas, es hija del privilegio: poco, muy poco, ha logrado por esfuerzo propio; la Notaría que le fue retirada por el Ejecutivo estatal, es producto de su paso por el PRI y por los caminos que recorrió su padre en la política. (De hecho, se presume que la candidatura a diputada local, podría haberle costado medio millón de dólares que puso en manos de la inefable lopezobradorista Yeidckol, el ex alcalde que anda a salto de mata). Los vínculos de ambas con los factores nacionales, es muy semejante; con superioridad de la hoy panista, que se relacionó con la cúpula priista y panista del país. Cantú Rosas, sigue siendo la política provinciana que se le dificulta socializar con los grandes actores políticos del país. A nivel municipal, Abdalá enseña su cercanía con los más vigorosos actores nuevolaredenses, empresarios, aduanales, políticos. Carmen Lilia, su mayor capital de exhibición es su rollizo consorte. Sin el cercano apoyo de su hermano Carlos –lo tiene, pero a la distancia– se percibe indefensa, insegura. Y uno de los elementos más influyentes para definir el triunfo o la derrota el día de la elección: la red de representantes de casilla y el tejido que a ello rodea. Cuando mucho, Cantú Rosas, cubrirá el 30 por ciento de las mesas receptoras de votos; el PAN y Abdalá, estarán llegando a más de un 90 por ciento de cobertura en ese rubro. Este ingrediente, en mucho definirá el resultado de la elección. Antes de que inicie la verdadera guerra electoral, la hoy panista, se mueve con ventaja. La morenista, sigue pensando que con su discurso bobo y gazmoño, puede arrasar a una adversaria que cada día trabaja para llegar con más potencia al día E (de elección).

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