Seguridad

Carlos Alberto Monsiváis Treviño, “La Bola”, sobrino del líder máximo de Los Zetas fue liberado

Al parecer, la anulación de su sentencia, se debió a presuntas irregularidades al momento de su detención, al parecer cometidas por elementos del Ejército Mexicano; estaba preso en el Penal del Altiplano en Almoloya de Juárez

Por Patricia Dávila

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Carlos Alberto Monsiváis Treviño, “La Bola”, sobrino del capo Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40“, líder máximo de Los Zetas, quedó en libertad al ser absuelto un tribunal federal del delito de delincuencia organizada y se diera por cumplido su castigo por otros ilícitos.

Al parecer, la anulación de su sentencia, se debió a presuntas irregularidades al momento de su detención, al parecer cometidas por elementos del Ejército Mexicano. Su defensa presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) por privación ilegal de la libertad y abuso de autoridad.

Como resultado de esto, el pasado miércoles, el Segundo Tribunal Unitario de Tamaulipas, presidido por el magistrado Ezequiel Juárez Hernández, instruyó la libertad inmediata de Monsiváis Treviño; sin embargo, hasta la noche del viernes 17 de diciembre, alrededor de las 23:00 horas, cuando abandonó el Penal del Altiplano en Almoloya de Juárez.

Carlos Alberto Monsiváis Treviño fue detenido en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el 15 de septiembre de 2010, cuando iba a bordo de un vehículo en el que transportaba armas de fuego, cargadores, cartuchos y equipos de comunicación. Fue acusado de delincuencia organizada.

Por ese delito fue ingresado al Penal del Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México, en donde cumplía una condena de 19 años y 8 meses de prisión

Tras las diligencias correspondientes, la autoridad judicial de Tamaulipas ordenó la liberación de Monsiváis Treviño, en cumplimiento al amparo emitido por el Segundo Tribunal Colegiado de Tamaulipas por la ilegalidad en el proceso de detención.

Debido a lo anterior fue anulada la imputación del delito de delincuencia organizada, quedando sin efecto la sentencia.

Monsiváis Treviño ya no tenía pendiente ningún proceso ni juicio de extradición por lo que, tras el retraso de su liberación, su defensa presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República, en contra de las autoridades penitenciarias por abuso de autoridad y privación ilegal de la libertad.

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