Los polos de la Izquierda tamaulipeca
José Ángel Solorio Martínez
A seis meses de la elección en Tamaulipas, lo único seguro, es que MORENA, será uno de los triunfadores. El PRI, se precipitará al sótano de los mastodontes y el PAN, se vislumbrará como una disminuida primera fuerza. En otras palabras: habrá un perdedor absoluto –el PRI– un ganador menguado –el PAN– y un perdedor en evidente ascenso –el lopezobradorismo-. ¿Fantasías? ¿Imaginación socio-electoral? Los datos: MORENA tiene en su manos, el gobierno de dos de las principales 8 alcaldías de la entidad: Madero y Matamoros. Los diversos sondeos, de diversas casas encuestadoras, ponen en un techo insuperable a los dos alcaldes –Adrián Oseguera y Mario López; Madero y Matamoros, respectivamente–. Poseen un apoyo ciudadano, de más del 65 por ciento; cifras que los blindan por el poco tiempo que resta para el día de la elección. A ello suman, la ausencia en esos municipios de cuadros panistas potentes. En la elección en la cual fueron electos Presidentes, los morenistas obtuvieron –aproximadamente: 80 mil votos el matamorense y 50 mil sufragios el maderense– algunas 130 mil papeletas cruzadas a su favor. Es decir: el piso a superar, son esos 130 mil simpatizantes que votaron por el morenismo en esos dos lugares. ¿Incrementarán su votación Oseguera y Mario, en el próximo proceso electoral? Las posibilidades de que ello ocurra –a dos años de la primera elección–, son muy altas. Han trabajado bien –las evaluaciones hechas por MORENA de sus administraciones, los ubican como buenos servidores públicos–; construyeron una estructura municipal maciza y amplia; se presume que sus candidaturas saldrán de procesos tersos, porque los otros aspirantes internos no tienen sus niveles de potencia política y los candidatos de la oposición –PAN y PRI– no lograron posicionarse a niveles competitivos respetables. Ese escenario, hace inferir, que tanto Madero como Matamoros, aumentarán los estándares de simpatías ciudadanas, consolidando a MORENA como la segunda fuerza en el paisaje tamaulipeco. (Otros temas que requieren atención aparte, son los de Victoria, Nuevo Laredo y Reynosa donde se incrementarán los consensos y votos lopezobradoristas porque la correlación de fuerzas favorece a los candidatos de MORENA). Esa circunstancia, le dará un impulso de mayor amplitud a la presencia del lopezobradorismo en la región. Podrá o no, incrementar los municipios que gobierna; lo que queda claro, es la tendencia de MORENA: va en ascenso. Resultado tal, sólo puede considerarse como un avance sustancial del movimiento de regeneración nacional en la comarca. Otro impacto positivo de los ayuntamientos izquierdistas –Madero y Matamoros–, podría ser el incremento de diputados locales: esos 130 mil votos de López y Oseguera –y su potencial incremento– meterán más presión al reparto de diputados de Representación Proporcional. Independientemente del Factor Común –según la Ley electoral local, ese elemento es la cantidad de votos que cuesta a los partidos, obtener un diputado local– y el Resto Mayor, –el sobrante para otorgar a los partidos minoritarios un escaño con una cifra menor al Factor Común– Oseguera y Mario, y sus cosechas de votos, meterían a los amloístas a la disputa de al menos 3 diputaciones plurinominales. Ese elemento de los polos políticos tamaulipecos, del norte y del sur, en donde ha echado raíces MORENA, marcarán en mucho, el tinte del horizonte sociopolítico tamaulipeco para el 2021… …y –sin duda– el 2022.