Los candidatos del gobernador
Por Oscar Díaz Salazar
La necesidad de recurrir a políticos de otros partidos, es una prueba contundente de que el «cabecismo» no cuajó como corriente política, que (afortunadamente ) no va a trascender en el tiempo. El gobernador del Estado no tiene con quién llenar los espacios que se van a disputar en las elecciones del 2021. No encontró «cuadros» que se hubieran formado a su lado, y ni siquiera políticos de su partido, el PAN, con los cuales hacerle frente a la cita con las urnas para renovar los cargos de elección popular próximos a disputarse.Señalan los teóricos de la ciencia política que los líderes populistas, demagogos, suelen crear un «desierto» a su alrededor, un vacío en su entorno inmediato. Esa figura del desierto lo podemos visualizar en el caso de García Cabeza de Vaca, un político que no ha sabido rodearse de un grupo de personajes que puedan asumir el liderazgo, cuando llegue el momento de su relevo.Esa tarea de formar otros liderazgos, de crear capital humano, de profesionalizar los recursos humanos para la política, lo que en la jerga de la izquierda señalan como la «formación de cuadros», es una asignatura reprobada en el caso de Cabeza de Vaca.Como no tiene a quien confiar las batallas electorales y las tareas delicadas, el jefe real del panismo tamaulipeco, establece alianzas con quien sea que registre bien en las encuestas, en los sondeos que miden conocimiento de la población y tal vez intención de voto, pero que no plasman ni revelan si el presunto candidato es afín al PAN, si es ideológicamente de la misma corriente o si comparte la visión de la política y la administración, que señalan los documentos básicos del partido.Como no «inventó» a nadie, como no «formó» a nadie, como no entrenó a nadie, no le resulta difícil ceder a políticos de otras siglas las candidaturas, ofrecer a otros grupos los espacios, brindar a otros las oportunidades, aunque eso signifique desplazar a los panistas. Cabeza de Vaca prefiere entregar las candidaturas a militantes de otro partido, antes que reconocer la valía, el trabajo y los méritos de los panistas que no son de su corriente.Ceder los espacios a políticos de otros partidos lo está haciendo el gobernador. En pocos días veremos hasta dónde llegó Cabeza de Vaca con esa política que mucho lastima a los auténticos panistas.En el caso de la gubernatura, no creo se repita esta fórmula que está ensayando en el proceso electoral de 2021. Para el caso de la sucesión gubernamental, si no cede a las tentaciones monarquicas que le hacen plantearse una solución conyugal o filial, -esto es con la esposa o con el hermano-, el abanico de opciones para la minigubernatura y para la sucesión es muy reducido. Desde la perspectiva de los afectos quedan disponibles Miguel Villarreal, Ariel Longoria y Gerardo Peña.Si por fin se materializa la amenaza del gobierno federal de enjuiciar al gobernador, puede que ni siquiera le alcance para proponer al candidato del PAN, y en ese escenario se incrementan las posibilidades para los aún presidentes municipales de Reynosa y Tampico, Maki Ortiz y Chucho Nader, respectivamente.