LAS CARTAS DEL PAN
Acción Nacional metió segunda velocidad en el registro de quienes aparecerán en la boleta electoral en la contienda del 6 de junio: ayer pasaron por las oficinas del Comité Directivo Estatal tres de los futuros candidatos para las alcaldías.
En lo que está fuera de toda duda que es la fórmula más sólida del panismo en Tamaulipas, el primero en aparecer fue Jesús Nader, quien llegó acompañado por los panistas que a su lado darán la batalla en el sur: Mon Marón por el Distrito XXI, Nora Gómez por el Distrito XII, y Rosa González Azcárraga por la diputación federal.
Tampico, por todo lo que ha hecho y hace el ayuntamiento actual para devolverle a la ciudad la dignidad y el señorío, es el bastión más macizo del blanquiazul y esta vez se ha logrado integrar hacia las elecciones, un equipo libre de fisuras a pesar de que las cuotas de género obligaron a cambiar el plan sobre la marcha más de una vez.
Tras el registro de Chucho, discreto como obligan las medidas sanitarias impuestas por la Secretaría de Salud, llegó el tiempo para Ciro Hernández que arribó acompañado de batucada y un muy ruidoso grupo de simpatizantes.
El futuro candidato a la alcaldía de Altamira alcanzó estas instancias en condiciones muy diferentes. En la capital industrial del sur de Tamaulipas, todos apostaban a que Miguel Gómez Orta tenía la candidatura en sus manos, pero los números, fríos al fin, probaron que el diputado local no garantizaba el triunfo para su partido.
Además, Gómez Orta, según se sabe, cometió algunos pecadillos imperdonables.
Pese a eso, Ciro debe saber que no es un cheque al portador lo que tiene entre manos; él mismo lo dijo ayer en las entrevistas banqueteras con
los medios de comunicación: tiene la responsabilidad de ganar ese municipio para su partido, que no se puede dar el lujo de perder una plaza tan estratégica, y esto exige sobre todo de seriedad y coherencia.
Por lo pronto, la operación cicatriz comenzó ayer mismo, con la presencia en el evento de la alcaldesa Alma Laura Amparán. Si en algún momento hubo discrepancias, todo quedó atrás y ayer se dio una muestra de unidad.
Queda pendiente el registro del candidato a la diputación local del Distrito 18, que parece ser un asunto resuelto.
¿A dónde irá Gómez Orta? A estas alturas sólo él sabe si está dispuesto a patear la mesa con un berrinche que anule, de una vez por todas, sus posibilidades de aspirar a algo más en el panismo del sur de Tamaulipas.
Ya por la tarde, tocó el turno para Jesús María Moreno Ibarra, “Chuma”, quien finalmente será el candidato para la alcaldía de Reynosa, que dejará vacante Maki Ortiz tras un segundo periodo al frente del ayuntamiento.
No es poca cosa el reto que tiene enfrente Chuma: Reynosa es el territorio más importante del estado en términos de votaciones y es la tierra del gobernador; es mucho lo que se juega en ese espacio político.
Seguramente que a la hora de tomar desiciones se consideró algo que se ve venir desde hace mucho tiempo: ahí Morena sí tiene aspiraciones serias para competir fuerte, con al menos un par de perfiles que no serían fáciles de derrotar.
Por eso, porque no es poca cosa la tercera oportunidad que le dan a “Chuma” de competir por la alcaldía (ya fue candidato en el 2010 y el 2013), Acción Nacional pretende blindarlo con una fórmula de peso; iría cuerpeado por Maki Ortiz y Gerardo Peña como candidatos a las diputaciones federales.
Especial importancia tiene la presencia de Maki en la boleta, porque hace suponer que la alcaldesa está dejando atrás su evidente coqueteo con Morena; con todo y su impulsiva personalidad tan dada a los desplantes, el control político que detenta en el municipio es un capital que Acción Nacional no está dispuesto a dejar ir.